Sr. Director: 



El ayuntamiento de Rotterdam (Holanda) ordena el cierre de "coffeeshops".
Estos son establecimientos donde se venden drogas blandas y el cliente se puede fumar un porro dentro, por la calle, o llevárselo a casa sin ser perseguido por la justicia.  Motivo del cierre es que esos locales se encuentran a corta distancia, unos 250 metros, de colegios de enseñanza media.
 
Bajo el lema "fumarse un porro no es normal", el alcalde de Rótterdam presentó la nueva medida al pleno del ayuntamiento, que ha sido adoptada por 25 votos a favor y 18 en contra. ¿El principal motivo? proteger a los jóvenes más vulnerables. El consumo entre la población escolar ha ascendido a un 13%.

El alcalde no cree que con el cierre vaya a evitar que los jóvenes se fumen un porro, si bien considera absolutamente necesaria la medida. Rotterdam es la primera ciudad del país que actúa de forma drástica después de 30 años de permisividad respecto al consumo y venta de drogas blandas y obtener una experiencia negativa, no ha disminuido el consumo ni la violencia.

El partido de los Verdes, el SP (socialistas) y D66 (partido de la izquierda) achacaron a los socialistas del PvdA haber traicionado décadas de tolerancia respecto al consumo de la droga blanda. Se ha dado un giro del estilo neoliberal de los anteriores gobiernos a un programa con énfasis en lo social, defensa de la familia y temas éticos, en el que sin duda se apoya el alcalde de Rótterdam. ¿No les parece un buen precedente? Más si recordamos que Holanda ha sido durante muchos años el prototipo de país permisivo.

Jesús Martínez Madrid

jdmezmadrid@gmail.com

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