Pues bien, Benedicto XVI -echamos mano otra vez de la imprescindible Agencia Zenit- insiste en que Europa será cristiana o no será. Es decir, que no consumará su unión.
El argumento es tan claro, tan simple, tan evidente, parece mentira que los europeos, especialmente sus políticos, no lo entiendan. Pero así es.
Eulogio López
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