El presidente de SEAT, James Muir, anunció este jueves una "ofensiva de productos" en los próximos dieciocho meses para mejorar los resultados de la marca. La ofensiva consiste en impulsar sus dos automóviles estrella mediante la renovación de los modelos Ibiza y León y la construcción de dos nuevos modelos, un coche de menor tamaño que el Ibiza y una berlina.
No obstante, en SEAT consideran que la fabricación del Ibiza y del León, junto a la llegada del Q3, serán suficientes para llegar al máximo de la capacidad de Martorell. Una respuesta indirecta a la pregunta sobre los rumores que indican que el nuevo modelo que cubrirá el segmento de coches pequeños se irá a Bratislava. Analizan la inversión para ampliar capacidades y asegurar el empleo, pero todo apunta a que la fábrica eslovaca de Skoda se llevará el gato al agua.
La situación de Martorell con James Muir mejora con respecto a los tiempos de Erich Schmitt, en el sentido de que parece desvanecerse la posibilidad de cierre o venta, pero ante la posibilidad de que los eslovacos consideren imponerse, se mantiene el argumento de que la factoría española siempre mantendrá el diseño. Ciertamente, Muir asegura que no quiere perder puestos de trabajo cualificados, pero los costes salariales siguen primando para el grupo Volkswagen en toda Europa, excepto en Alemania.
Rodrigo Martín
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