• Y la formación de los trabajadores también se resiente, sobre todo en los empleados temporales, según un estudio de Fedea.
  • Los germanos tienen desde hace unos meses un salario mínimo de 1.445 euros mensuales, mientras que el medio es de 3.764,17€/mes.
  • Sin embargo, en nuestro país el SMI está congelado en 645,30 euros (14 pagas) o bien en 752,85€ (12), y el salario medio asciende a 1.869,1€/mes.
  • Hasta ahora las propuestas de subidas anunciadas resultan insuficientes porque el SMI debería aumentar 368,61€ para cumplir la Carta Social Europea.
  • Un tratado internacional que señala que el SMI debe ser el 60% del salario medio, un ideal que casi ningún país cumple, paradójicamente.
  • También nos superan en sueldos Reino Unido, Francia, Italia o Irlanda, entre otros, aunque la situación de España es algo mejor que la de Portugal.

La crisis económica, de la que poco a poco comenzamos a despojarnos, ha tenido graves consecuencias para muchos (personas, empresas, etc.), pero sin duda conviene destacar que ha perjudicado a los salarios y ha provocado una gran precariedad laboral. Nuestros sueldos se diferencian y mucho de los de algunos de nuestros socios europeos, por ejemplo de los alemanes, cuyas cifras son el doble que las españolas. Algo que debería tener muy en cuenta la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez (en la imagen).

En nuestro país, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), como saben, se encuentra congelado en 645,30 euros, si se efectúa en 14 pagas, o bien en 752,85€, si se hace en 12, como el salario medio (1.869,1€). Veámoslo un poco más en detalle.

Estamos ya a pocos días de que se empiecen a reunir para renovar el acuerdo de negociación colectiva y ya ha habido varios implicados que han lanzado orgullosos sus propuestas de subidas, entre ellos los sindicatos y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Sin embargo, estas resultan insuficientes, pues el SMI debería aumentar 368,61€ para cumplir la Carta Social Europea. Un tratado internacional, elaborado por el Consejo de Europa y firmado el 18 de octubre de 1961 en Turín, el cual establece que el SMI debe ser el 60% del salario medio. Un ideal que casi ningún país cumple, tampoco España, donde el salario mínimo representa sólo el 40,28% del salario medio, por lo tanto para suponer el 60% debería ser de 1.121,46€.

El panorama en Alemania es mejor que en nuestro país, pues sus sueldos duplican los españoles: el salario medio anual es de 45.170€ (3.764,17€ mensuales), mientras que el SMI, que sólo tiene unos meses de edad, es de 1.445€/mes, representando sólo un 38%, lejos de lo que marca la Carta Social Europea. En Reino Unido también ganan más, aunque algo menos que los germanos: el salario mínimo es de 1.301€, un 37% del medio (41.858€ anuales, que se traduce en 3.488,17€/mes). El SMI de Francia (1.445€) también duplica el español y se acerca más al cumplimiento de la Carta Social Europea, pues supone un 47% del salario medio (36.980€/año, es decir, 3.081€/mes). Aunque Irlanda gana la partida a los galos, pues su SMI (1.462€) es el 54% del sueldo medio (32.381€/año o bien 2.698,42€/mes). Sin embargo, en Italia, donde no hay salario mínimo, el medio es de 2.475,33€/mes, es decir, supera en 606,23€ al español.

Paralelamente, hay algunos países que están peor que España, como nuestro vecino Portugal, donde el SMI es de 566€/mes, suponiendo por tanto el 39% del salario medio (17.335€ anuales o lo que es lo mismo 1.444,58€/mes). Con este último ejemplo se puede aludir al refrán que dice que el que no se consuela es porque no quiere, pero en España ya va siendo hora de que los sueldos suban.

Sin embargo, la precariedad laboral no sólo ha afectado a los salarios, sino que también se ha resentido la formación de los trabajadores, sobre todo en los empleados temporales, según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), elaborado por los profesores universitarios Antonio Cabrales, Juan Dolado y Ricardo Mora. En el cual señalan que los trabajadores con contrato temporal tienen una probabilidad casi un 10% inferior de recibir formación en el trabajo, frente a la de los que son indefinidos.

Pero no sólo eso, este déficit de formación influye también de manera negativa en sus competencias, reduciendo su productividad a lo largo de su carrera profesional. Y es que, según el estudio, la formación laboral contribuye al desarrollo de las habilidades cognitivas de los empleados, sobre todo a las de carácter numérico.

Sin embargo, la falta de formación y la diferencia de habilidades de los trabajadores temporales frente a los fijos no se da sólo en España, sino también en otros mercados laborales algo más duales, como Italia o Francia. Aunque no se produce tanto en otros con menor dualidad, como Dinamarca y Reino Unido.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com