Sr. Director:
La cultura de nuestros días, niega la vida naciente, sufriente y terminal, convirtiéndola en una cultura de afirmación de la muerte y, por otro lado parece diseñada para ocultar la muerte misma y esconderla en higiénicos hospitales y alejados cementerios.

 

De la muerte se quiere hablar poco, como ¿la vida son dos días? Lo que cuenta es el cuerpo joven, sano y sobreabundantemente preparado. ¡La muerte estorba! Y, nos puede preocupar.

Las fiestas que estos días celebramos de "Día de Todos los Santos" y "Fieles Difuntos" reflejan quiénes somos e influye decisivamente en nuestro sistema de valores. Por eso, tenemos ante ellas la responsabilidad de buscar su sentido verdadero y dar con nuestro ejemplo testimonio de celebración.

Cuando se busca y se encuentra el sentido de la cruz, la cultura de la muerte deja paso al Amor y la Vida. Ante una Verdad como ésta, todos los disfraces que queramos ponerle por encima resultan inútiles.

Elena Baeza