Por cierto, Sáenz también advirtió que las autoridades regulatorias, es decir, los supervisores bancarios, no quieren que los centros de proceso de datos salgan del país: parece como si los datos formaran parte de la soberanía nacional, y eso que no estamos hablando de traerlos de Tailandia, sino de dentro de Europa.
Alfredo Sáenz, consejero delegado del SCH advirtió que las verdaderas sinergias son las tecnológicas, así como las de comercialización. Para ello citó tres ejemplos: informática y proceso de datos, tarjetas de crédito y crédito al consumo. Para él, se trata de tres productos globales. En definitiva, que se venden del mismo modo en todo el planeta.