Nunca ganaría el premio naranja, pero la ministra de fomento de Zapatero, Magdalena Álvarez, se ha ganado a los grandes constructores. Recuerden que su antecesor en el cargo, el popular Francisco Álvarez Cascos, era el favorito de los medianos constructores y el terror de las grandes familias que controlan el sector: ni los recibía.

Pero las cosas han cambiado. A pesar de que ha caído la licitación de obra pública los constructores saben que el sector va a repuntar y que Magdalena Álvarez no confía en los operadores de tamaño medi ella va a lo seguro.

Eso sí, no se acaba de entender por qué le ha vuelto a conceder obras de los trenes AVE al grupo italiano Ansaldo, nuevamente aliado con la Cobra de Florentino Pérez, más que nada porque Ansaldo-Cobra fue el que estropeó el sistema de guiado del AVE Madrid-Barcelona. A lo mejor es para que arreglen lo que estropearon.