Y es que en el proceso de enajenación de Izar, la SEPI se encuentra avalada por el siempre profesional criterio de Boston Consulting Group. Los mismos que en su día recomendaron la fusión entre astilleros civiles y militares y que poco después recomendaron la segregación. Por ambas recomendaciones cobraron jugosas minutas. No está mal.
Pues bien, estos profesionales de la factura recomiendan ahora el troceo de la compañía, lo que además de ser contrario a lo acordado con los sindicatos, pondría la compañía a los pies de los especuladores. Aunque en todos los ayuntamientos existe un acuerdo que impide la recalificación de los terrenos de los astilleros, ya existe experiencia de reconversión de los astilleros en otras industrias, para rentabilidad de los adquirentes. Eso sí, todo bajo la recomendación de la Boston Consulting Group.