• A Jakob Gapp le cortaron la cabeza el 13 de agosto de 1943 en Berlín por criticar al régimen nazi, y casi 53 años después, el entonces Papa y hoy santo, Juan Pablo II, lo beatificó.
  • El Pontífice inicia su tercer viaje internacional, que le llevará a Corea del Sur, donde pedirá la paz y la reconciliación con el Norte.
  • El 16 de agosto el papa Francisco beatificará al laico coreano Paul Yun Ji-chung y a sus 123 compañeros, entre ellos la mártir más joven, Anastasia Yi Bong-geum, asesinados entre 1791 y 1888 por ser reaccios al confucionismo.  

La Iglesia Católica afronta desde este miércoles una semana repleta de importantes acontecimientos  que merecen tener un sitio destacado en los medios de comunicación. En concreto estos se refieren nada más y nada menos que a la fiesta de un mártir decapitado en 1943 y al tercer viaje internacional del papa Francisco, que no es baladí, pues le llevará a Corea del Sur. A continuación se dan más detalles al respecto.

En primer lugar, este miércoles la Iglesia celebra la fiesta litúrgica del beato Jakob Gapp. ¿Les suena el nombre Seguramente no, pues es un gran desconocido, sin embargo merece la pena conocer su historia y máxime cuando actualmente en Irak muchos cristianos son perseguidos y asesinados por los bárbaros y peligrosos terroristas del Estado Islámico, dejando imágenes espeluznantes, como les ha mostrado Hispanidad, ya que Gapp fue un mártir que dio su vida por su fe. Una entrega radical de la que hay muchísimos ejemplos y algunos bien cercanos, como el del religioso Miguel Pajares, fallecido ayer a causa del ébola, un final feliz para el que fuera misionero durante 18 años y miembro de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios desde que tenía 12 años.

Empecemos por Gapp. Era un sacerdote austriaco que pertenecía a la Compañía de María y fue decapitado en Berlín hace 71 años, después de que la Gestapo le hallara en Valencia, a donde huyó tras ser perseguido por el régimen nazi. Nació en Wattens, luchó en la Primera Guerra Mundial y después se ordenó sacerdote; en sus homilías hizo "contundentes críticas contra el racismo de Hitler", según cuenta el sacerdote marianista José María Salaverri, autor de la biografía 'Santiago Gapp, pasión por la verdad frente al nazismo'. Críticas por las que Gapp tuvo que huir de Austria en 1939 y tras pasar por Burdeos llegó a Valencia en 1941, allí le acogió la comunidad marianista del Colegio del Pilar, donde fue capellán e impartió clases.

Un año después, dos jóvenes alemanes -miembros de la Gestapo- llegaron al centro educativo, se hicieron pasar por judíos perseguidos por los nazis y entablaron una sólida amistad con Gapp, hasta el punto de que le rogaron que "les instruyera en la fe católica para recibir el Bautismo". Antes de que recibieran este sacramento, los dos jóvenes le invitaron a viajar a San Sebastián y le hicieron pasar a Hendaya, donde la Gestapo le atrapó. Más tarde fue trasladado a París y luego a Berlín, "donde hizo continua profesión de su fe mientras era torturado" y un tribunal popular le condenó a muerte, por eso fue decapitado el 13 de agosto de 1943. El propio Heinrich Himmler, al mando de la Gestapo, dijo que "con un millón de Jakobs Gapp, pero de nuestra ideología, dominaríamos el mundo", como cuenta Salaverri. San Juan Pablo II beatificó a Gapp el 24 de mayo de 1996 y señaló la celebración de su fiesta litúrgica el día de su martirio.

Vamos con el segundo acontecimiento. El papa Francisco emprende este miércoles su tercer viaje internacional -Brasil fue el primero y Tierra Santa, el segundo-, que le llevará a Corea del Sur, y así será el segundo pontífice, tras Juan Pablo II, que pise este país asiático. Allí, en los cinco días de su estancia, el Santo Padre pedirá por la paz y la reconciliación de las dos Coreas. Entre otras cosas, rendirá homenaje a los mártires cristianos del siglo XIX, pues visitará el santuario de Solmoe, lugar donde nació el cristianismo coreano; se reunirá con los familiares de las más de 300 víctimas del naufragio ocurrido el pasado 16 de abril y participará en la VI Jornada de la Juventud asiática en Daejeon.

Pero sin duda el evento más importante tendrá lugar el próximo sábado, cuando el papa Francisco beatificará al laico coreano Paul Yun Ji-chung junto a sus 123 compañeros, asesinados entre 1791 y 1888 por ser reaccios al confucionismo, entre los que se encuentra la mártir más joven, según informa Aciprensa, Anastasia Yi Bong-geum, asesinada por odio a la fe antes de que cumpliera 12 años. Es decir, 124 beatos más para la Iglesia, un reconocimiento para estos mártires cristianos que entregaron su vida defendiendo su fe. Recuerden que, a pesar de estar en el siglo XXI, sigue habiendo mártires en países como Irak, Siria, Nigeria... una tragedia que debe terminar cuanto antes, pues debe imperar la libertad religiosa, un derecho fundamental de todo ser humano.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com