"Morir sin morir" es un largometraje que alterna ficción y documental y lo que pretende es reabrir el debate sobre la eutanasia.
El director, Antoni Verdaguer, afirmó: "este filme costó medio millón de euros y se pudo hacer gracias a la colaboración de la Generalitat que aportó un 20% del presupuesto, que equivale a 100.000 euros, a través de los departamentos de Salud y Acción Social y Ciudadanía".
La Generalitat ha apoyado la eutanasia, que es un asesinato, con el dinero de los contribuyentes.
La vida es un don gratuito de Dios y debe ser administrada y vivida hasta el final con plenitud. La eutanasia es un mal que se opone, no a unos principios dogmáticos abstractos, sino al propio bien del hombre que es su felicidad. Cuando se está enfermo debemos recurrir a todos los remedios posibles y en concreto, en la etapa final, a los cuidados paliativos. El deseo de morir de un enfermo, en ocasiones, es debido a unas condiciones de vida inhumanas, no se debe olvidar que el dolor, continuado, es insoportable.
Además, la soledad del enfermo y el desamparo de los más allegados, pueden llevar al doliente a la solicitud de la muerte asistida o eutanasia. Cuando los familiares están cerca y le sostienen anímicamente, ningún enfermo solicita la muerte.
Por último, no es lícito matar a un ser humano para no verle sufrir. Nadie puede asesinar a un ser trascendental, aunque sea un enfermo incurable, agonizante o en estado de coma profundo. Los cuidados paliativos son el remedio para estas situaciones.
Clemente Ferrer
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