Con tal de salvar a Marsans y no acabar en el banquillo, para lo que necesita a ZP, los dos propietarios de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, están dispuestos a firmar lo que sea menester.
Empresarios y sindicatos han firmado un acuerdo sobre moderación salarial de la que se muestran muy orgullosos. Una subida del 1%.
O sea, que seguimos en las mismas: salarios bajos e impuestos laborales altos y despido caro -más bien difícil-. Lo que han firmado empresarios y sindicatos es un cóctel explosivo para conseguir paro, variable de la que somos unos verdaderos campeones. Dice ese oráculo de Delfos de la economía arrendado en Moncloa -mañana del miércoles- que estamos a punto de salir de la recesión. ¿Y qué? España necesita algo más que comenzar a crecer, necesita un PIB del 3% para crear empleo neto.
Y más: moderación salarial en un país en el que el salario medio es de 21.500 euros brutos anuales, frente a los 46.058 del Reino Unido o los 42.720 de Holanda, los 40.914 de Alemania o los 32.867 de Francia. Salario medio total de la Unión Europea (contando todos los países del antiguo bloque comunista), 27.036 millones (Informe Adecco).
¡Ah!, y las cuotas sociales más altas de Europa, especialmente en el tramo que paga el empresario (75%).
Total: un empresario no contrata un trabajador a menos que, de no hacerlo, se le hunda el negocio. Un desastre de acuerdo el firmado el martes entre unos empresarios representados por un hombre que sólo busca salvarse del desastre y unos sindicatos como CCOO y UGT que sólo representan a los funcionarios y a trabajadores de las grandes empresas.
El acuerdo camina en dirección opuesta a la que debería: salarios dignos a cambio de despido libre -o con una indemnización prevista de antemano-, un solo contrato, el indefinido y reducción de los impuestos laborales a intercambiar por una IVA más elevado. Este es el momento, con un IPC tan deprimido como la economía.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com