El Ministerio de Defensa cancela todos sus contratos con los alemanes, y el asunto parece la punta del iceberg. A través de la instrumental suiza Intercom Telecommunications System, la multinacional sobornaba y blanqueaba dinero hacia China, Hong Kong o Tailandia. El CEO Peter Löscher viaja a Nueva York para intentar evitar una macromulta de la SEC, pues Siemens cotiza en Wall Street. La corporación germana es la compañía de bienes de equipo mejor tratada tanto por el Gobierno español (AVE, INSALUD, etc.) como nuestras empresas. Al mismo tiempo, no duda en cerrar la planta aragonesa de ELASA

La prensa alemana se ha puesto las botas con Siemens el lunes 17. Ahora mismo, la multinacional de bienes de equipo pasa por ser el arquetipo de multinacional dedicada a sobornar a políticos y empresarios para obtener contratos en medio mundo. La punta del iceberg ha sido la decisión noruega (antes lo han hecho a otros países, como Colombia) de romper toda relación con el gigante alemán. De hecho, el Ejército noruego ha roto todos los contratos, especialmente de la división de telecomunicaciones, con Siemens, a la que acusan de sobornar a cargos de su país.

Pero Noruega sólo es la punta del iceberg. Los medios alemanes recogen la labor limpiadora del nuevo CEO,  Peter Löscher, centrada ahora en dos puntos: la sociedad suiza -con sede en Bäch, Zurich- Intercom Telecommunication System y el regulador bursátil neoyorquino, SEC.

ITS, sobre la que fiscales suizos llevan investigando más de un año, era la encargada de pagar sobornos en China, Hong Kong, Tailandia, etc. para obtener contratos de Siemens. Por otra parte, el propio Löscher ha viajado ha Nueva York para intentar que la SEC de Wall Street y las autoridades norteamericanas -que persiguen, tanto la corrupción de sus propias empresas en el exterior como las de empresas cotizadas en sus mercados- no les condenen a mayores multas de las necesarias. Digamos que la sensación es que el viaje de Löscher para erradicar la corrupción no parece tener final.

Pero la decisión del Gobierno noruego ha sido el mayor mazazo para Löscher, que sigue la técnica de filtrar a la prensa él mismo, las malas noticias. En su momento, Colombia también vetó a la Siemens en sus contratos públicos, para evitar acusaciones de soborno. Ahora es el Ejército noruego, y precisamente en su división más sensible: telecomunicaciones, ahora compartida con Nokia. Una división que hace poco más de un año regentó el español Eduardo Montes, hoy asesor de Siemens pero ya fuera de su Comité de Dirección y de su equipo ejecutivo.

Se da la circunstancia de que Siemens mantiene una relación privilegiada con España. Aquí se le trata como a nadie, y es el principal proveedor del Gobierno (por ejemplo AVE) del servicio público de salud -su mejor cliente- y también de telecomunicaciones, donde lleva las redes de los grandes operadores, por ejemplo, Telefónica. Y eso que en España la historia de corrupción de Siemens afecta al propio AVE y al famoso embajador Guido Brunner, el amigo del Felipe González, que convirtió España en una compra de favores para Siemens. Al parecer los noruegos no tienen tanta paciencia.

Eso sí, a pesar del buen trato, a Löcher no le ha templado el pulso a la hora de ordenar el cierre de la factoría zaragozana de ELASA.