• Tanto Guindos como Montoro han impuesto su criterio de que las radiales no se pueden liquidar.
  • En definitiva, el Estado tendrá que poner más dinero.
  • El PP vuelve a ceder ante la banca y los sectores subvencionados como cedió en el saneamiento bancario y en las renovables.

Ya lo anunciamos hace una semana y ahora se confirma: la banca le ha ganado el pulso a la ministra de Fomento, Ana Pastor (en la imagen) y habrá una nueva Empresa Nacional de Autopistas (ENA 2).

Según publica este viernes el diario Expansión, esta empresa, 100% pública, refinanciaría la deuda total de 4.000 millones de euros a un plazo de 30 años, a tipos por debajo del mercado. Por supuesto, no contaría con aval del Estados, ya que esto tendría un impacto directo sobre el déficit público, auténtica línea roja que el Ejecutivo no está dispuesto a sobrepasar.

De esta manera, se ha impuesto el criterio de los ministros de Economía y Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro respectivamente. ¿Qué criterio es ese Que las radiales no se pueden liquidar. El perjuicio a la marca España sería demasiado grande y, como sostiene la patronal de las grandes constructoras, Seopan, "cerraría el país" a inversiones nacionales y extranjeras.

Por cierto, el acuerdo alcanzado entre la banca y el ministerio implica que los actuales accionistas promotores perderían el 100% del capital aportado. Las constructoras negocian recuperar unos 470 millones de euros, de los 500 millones que se les deben. En cualquier caso, según Expansión, este extremo no está claro.

Sea como fuere, el Estado -todos los españoles- tendrá que poner más dinero. Ya saben: con la liquidación pierden las constructoras, las concesionarias y, sobre todo, la banca, pero ganan los españoles. Con el saneamiento ocurre justo lo contrario: ganan todos menos los españoles.

No es la primera vez que el partido del Gobierno, el PP, cede ante la banca y ante los sectores subvencionados. Lo hizo en el saneamiento bancario y en la reforma energética ante las renovables. Es cierto que en este último caso redujo las ayudas, pero el recorte fue muy bajo comparado con las primas totales otorgadas. Lo que ha hecho con la energía es, sobre todo, subir los impuestos.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com