Rosa Díez ha estado contundente, incluso hiriente, en el debate sobre el Estado de la Nación. Ha acusado al Gobierno de desacatar la sentencia del Tribunal Constitucional. Y es que ZP insiste este jueves en que Cataluña es una nación política, una fórmula que espera satisfacer a Montilla. Un hecho gravísimo que no ocurre en ningún país desarrollado. ¿Se imagina Ud. a Obama buscándole las vueltas a una sentencia del Tribunal Supremo?, le espeta. La respuesta de Zapatero no ha podido ser más preocupante. Dice que no se puede callar la boca a quien tiene sensibilidades diferentes y que hay buscar mecanismos para satisfacerlos. Quizás se olvida de la frase de Julián Marías: No hay que intentar contentar a quien no se quiere contentar.
Por lo demás, Díez ha acusado a Zapatero de desgaste en su proyecto y le ha pedido que devuelva a los ciudadanos su ciudadanía y convoque elecciones. Se suma de esta manera a la petición de Rajoy de este miércoles. Por supuesto, ZP no lo va a hacer: se encuentra a 10 puntos por debajo del PP en las encuestas y no se va a suicidar. Así que hará lo que sea para recuperar intención electoral. De momento, ha logrado salir vivo del envite con un Rajoy con traje de parlamentario que le dio este miércoles hasta el higadillo.
Andrés Velázquez
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