Crash es un interesante largometraje que, al igual que otras producciones como Vidas contadas o Magnolia, muestra una serie de personajes cuyas vidas se entrecruzan. Gira alrededor de una idea: la existencia ajetreada que llevamos en las grandes ciudades conduce a un estado de crispación donde el choque entre seres humanos da lugar a la violencia, en muchas ocasiones propiciada por el racismo. Igualmente, Crash demuestra lo que todos sabemos de algún modo: que los hombres estamos llenos de contradicciones, somos capaces de las mayores atrocidades pero también de las mayores grandezas.

 

La acción nos traslada a la ciudad de Los Ángeles, en los días previos a la Navidad. Una serie de personajes que nada tienen que ver entre sí (dos ladrones de coches, un productor televisivo y su atractiva esposa, un policía racista y su idealista compañero, un eficaz policía y su madre drogadicta, un fiscal ambicioso y su esposa etc.) ven cómo su vida cambia debido a un encuentro accidental. Todos ellos conforman una serie de historias reales, humanas, que llegan a interesar al espectador.

 

Aunque la película presenta alguna situación sórdida pero justificada para el desarrollo de la trama (el cacheo del policía a la mujer negra), este drama urbano es apasionante porque ofrece subtramas llenas de belleza (toda la relación del cerrajero y su niñita) e imágenes llenas de contenido (el salvamento tras el accidente de coche).

 

Detrás de la dirección y el guión de esta historia tan bien hilada e interpretada se encuentra Paul Haggis, cuyo nombre puede sonarles porque estuvo nominado al oscar por el guión de Million Dollar Baby.

 

Para: Adultos a los que les gusten las películas con contenido a pesar de la sordidez de algunas imágenes