• Como las miradas no pueden matar, la titular de Trabajo continúa en su puesto.
  • Y Soraya consigue que Sanz Roldán renueve cinco años más al frente de los espías.
  • Pastor se crece ante el castigo: congela las tarifas aeroportuarias hasta 2025.
  • Y Trabajo bonificará las cuotas de jóvenes, universitarios y formación dual.
  • Reforma del gas y reducción del déficit… sólo que no sabemos cuánto ni cómo.
  • Se incentivará el capital-riesgo para emprendedores. Sólo que tampoco sabemos cómo.
  • En suma, reformas PP: pasito a pasito hasta atravesar el desierto… y lo sentimos si alguien se queda por el camino.

"Ya acabo presidenta, perdón vicepresidenta", dijo Fátima Báñez. ¡Ay de los lapsus y las erratas!, tan reveladoras los unos como las otras. Ocurrió durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Dirigía la rueda de prensa el árbitro habitual, doña Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen junto a la ministra Pastor y la ministra Báñez), en sus horas más bajas desde que llegara al poder, es decir, en el momento de mayor distancia con el presidente del Gobierno, en el punto más lejano a la puerta que le permitiría cumplir su principal ambición: convertirse en la primera mujer presidenta del Gobierno de España

A Soraya le flanqueaban la titular de Trabajo, su principal apoyo en el Gabinete, autora del gazapo, y Ana Pastor, titular de Fomento, que forma parte del grupo anti-Soraya. Todo un grupo de ministros, más el jefe de Gabinete presidencial, Jorge Moragas, convencidos de que doña Soraya no puede actuar como un presidente en la sombra.

Y justo el día en el que el Gobierno renovaba el mandato al general Félix Sanz Roldán como presidente del CNI. Sanz, un producto militar aupado por el Zapaterismo que, por tanto, gusta en el PP. Pero lo cierto es que quien manda en la inteligencia militar española es su segunda, Beatriz Méndez de Vigo -sí, hermana de- suponiendo, claro está, que quien realmente lleve el CNI no sean los americanos.

En cualquier caso, Rajoy castigó a Soraya quitándole el control del CNI y otorgándosele a quien en teoría orgánica le corresponde, el titular de Defensa, Pedro Morenés. El problema es que del señor Morenés no se conoce otra gestión que las del patricio Club Puerta de Hierro de Madrid y claro, así no hay manera.

Total, que Sanz Roldán no sabe a quién hacer caso, si a Soraya o a Morenés, aunque realmente se preocupa de contentar a ambos. Y ahí tenemos a Soraya, luchando con Soria por el control de la televisión, luchando con Morenés por el control del CNI. Luchando con Cospedal por el control de las listas electorales… y luchando por recuperar la confianza perdida de Mariano Rajoy. Esto último resulta especialmente importante. Al igual que Iznogud, Soraya quiere ser califa en lugar del califa, pero el califa no está por la labor.

Vamos con los acuerdos. Otro decreto kilométrico de medidas económicas ha aprobado el viernes 4 de julio, el Consejo de Ministros. No se asusten, son las mismas normas de otras normas ómnibus, la especialidad del Ejecutivo Rajoy. En ella, la titular de Fomento ha metido una nueva y electrizante medida: congelar las tarifas aeroportuarias hasta 2025. Resulta que ahora mismo, cuando va a privatizar el 49% de Aeropuertos españoles, tras reducir las tasas aeroportuarias a petición de las compañías -tras el subidón anterior de 2012, ciertamente- congela. En buena lógica todos los analistas devaluarán el valor del 49% vendido. Pero Pastor es una ministra a la que sus compañeros de Gabinete, entre otros Soraya, con quien jamás se ha entendido, han ninguneado siempre, y entonces se crece con la prensa: según ella, la medida no devaluará el producto y "lo que dirán los analistas lo sé yo, que soy la que vendo". Curioso argumento.

Por su parte, Báñez presentó otras medidas dentro de esa nueva línea imaginaria que se ha marcado el Gobierno. Se acabaron los tiempos del abismo, ahora hemos dado un paso hacia adelante. Por ejemplo, el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, una especie de registro para jóvenes con ganas de trabajar. A sus empleadores se les bonificará la Seguridad Social. De hecho, la ministra Báñez se niega a bajar las cuotas sociales, todas las cuotas, pero va estableciendo bonificaciones al empleador. Buen camino, pero no deja de ser como intentar tapar una fuga de agua con servilletas de papel.

Da igual, la vicepresidenta lo explica así: Tras la "primera oleada reformista", ahora viene "la segunda fase de reformas", con la se pretende "afianzar la creación de empleo". En un país con un 25% de paro, estamos afianzando la creación de empleo. Y el que quiera aprender que vaya a Salamanca.

El mega-decreto aprobado el viernes 4 es un cajón de sastre, otro ómnibus, que engloba mayores facilidades para el crédito, las mayores facilidades para la reestructuración de la deuda de las empresas, más internacionalización, etc.

¿A qué todas les suenan A mí también.

Como seguramente les sonará otra buena medida, como es la reducir el coste del pago en comercios con tarjetas de débito -máximo 0,2%- y de crédito, -máximo 0,3%-. No es que me repita en Hispanidad: la que se repite es Soraya. ¡Ah! y se prohíbe expresamente el incremento de las comisiones del ordenante del pago. Expresamente prohibido.

Unidad de mercado: Aplicación de horarios de las grandes zonas turísticas. Bueno, Soraya, que eso es otra cosa. Veamos, si hablamos de liberalización de horarios comerciales, habrá que recordar que la igualdad de los desiguales es otra desigualdad. La libertad de horarios es injusta. En tal caso, lo que es justo es reducir la libertad de horarios comerciales de los grandes, porque no se puede igualar lo grande y lo pequeño.

El decreto, volvamos a Ana Pastor, también regula los drones o 'viones' no tripulados, y hasta las luces en las cercanías de los aeropuertos, incluidos punteros láser. Lo que, con todo respeto, parece una chorrada. Pero si se trata de seguridad…

Se liberaliza el sector de los hidrocarburos. Bueno, que me lo expliquen en la Secretaría de Estado de Energía, porque, sinceramente, de las palabras de la vicepresidenta del Gobierno poco se puede deducir. Ni para bien ni para mal. Incluso nos dice que se aborda el déficit de tarifa pero no nos cuenta cómo se aborda.

Nueva regulación del capital-riesgo. Soraya tampoco nos explica cómo funciona. Solo nos dice que es un 'private equity' para emprendedores. Lo cual resulta sospechoso por una razón: el capital-riesgo es la figura financiera más noble y más pervertida. Ya saben, la corrupción de lo mejor es lo peor. Nació para acompañar al emprendedor dándole el dinero que no tenía y sin intereses. Una vez consolidado, el emprendedor les compraba su participación al fondo y a otra cosa. Esto es bello e instructivo, sólo que apenas tardó pocos años en pervertirse: hoy el capital-riesgo no es más que un destroza empresas. Y no pequeñas, sino grandes: le compran con deudas, las trocean, reducen plantilla, las venden por trozos y luego pagan el crédito y se llevan la pasta sobrante. Y a destrozar la próxima empresa.

¿Cómo se puede evitar esto Todavía nadie lo ha conseguido, pero el éxito se espera a cada instante.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com