El espinoso asunto de Benedicto XVI y las fundas de goma ha servido justamente para eso. El boletín CIAS lo explica muy requetebién. No, la Iglesia no ha rectificado su doctrina sexual -la teología del cuerpo-, que es la única que puede garantizar, no ya la humanización de la sexualidad, sino el futuro de la humanidad.
Eulogio López
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