La otra cuestión que anima a entrar en el mercado potencialmente más grande del mundo es la determinación que tienen los chinos de ser la primera potencial del mundo. Antes soñaban con la Revolución cultural, ahora, con ocupar el puesto de Estados Unidos y robarle a Wall Street el liderazgo en el mercado de atracción de capitales.
Además, el mercado es tan inmenso que la corrupción del partido gobernante, terrible, no afecta a los inversores extranjeros. Hoy en día, cualquier licencia de importación puede convertirte en multimillonario.