Rajoy llegó a hablar de que España se había convertido en un protectorado. Pues bien, Blanco reconocía a mediodía de este jueves que sí, que efectivamente, que las medidas de ajuste habían sido impuestas por Bruselas. Igual que las directivas comunitarias. Posteriormente ha señalado que España no ha sido el único país afectado por los recortes en infraestructuras y ha puesto como ejemplo Francia, un país con mayor presión fiscal y que invertía menos que nosotros y que, sin embargo, ha decidido retrasar muchas de sus obras.
Al portavoz del PP en Fomento, Ángel Ayala, le ha reprochado que lamente el frenazo al tiempo que Montoro reclama mayores recortes en inversiones. Y finaliza su discurso con un recado: Si quieren criticar estas decisiones a pesar de las dificultades objetivas, están en su legítimo derecho, pero eso no ayuda en nada al interés general. Siempre la misma estrategia de envolver el interés del Gobierno en el interés general. Estrategia franquista, por cierto.