Así se logra la lealtad de los directivos: retribuciones 50/50 fija-variable; ni Botín se aproxima a ese porcentaje. El presidente del BBVA no cree en grandes empresas energéticas españolas. Sólo bancos y una teleco pueden ser jugador global. BBVA se irá de Iberdrola (5%) en cuanto tenga una compra a tiro. En 2006 la entidad prejubiló a 1.850 personas. La banca comercial sigue en manos de bebeuves: Jaime Guardiola y Vicente Rodero

En 1996, cuando Francisco González (FG) llega a Argentaria, la retribución de la alta dirección del banco, implantada por Francisco Luzón, es la habitual en el sector bancari más del 80% del salario es retribución fija y la retribución variable, según objetivos, no alcanzaba el 20%. Pues bien. 10 años después, ya con Argentaria convertida en BBVA, a la veintena de directivos más próximos FG no sólo les paga mucho más que cualquier otro director general de cualquier entidad financiera española, sino que el reparto entre remuneración fija y variable alcanza 50/50. Ojo, en esa retribución fija se incluye la llamada variable en nómina. En definitiva, que la mitad del sueldo real de los máximos directivos del BBVA depende de su presidente. Ni Botín paga a sus directivos de esta manera, y eso que don Emilio exige una fidelidad tan perruna como la de FG. Si consideramos que los antiguos directores generales de grupo en el BBVA salían por una retribución fija de un millón de euros/año, saquen ustedes sus propias conclusiones. O dicho de otra forma: FG ha elevado el nivel de discrecionalidad en los pagos al límite. Así no es difícil dirigir una gran entidad o asegurarse la fidelidad de los ejecutivos, que no dejan de ser una gran defensa contra los propietarios.

No sólo eso, a ese reparto habría que añadir el plan de cobro en acciones que así mismo fideliza a la dirección, pues se exige permanecer no menos de tres años. Esta estructura retributiva también está directamente relacionada con las prejubilaciones. En otras palabras: si la mitad del salario depende de lo que decida cada año el presidente, te lo piensas muy mucho antes de rechazar una oferta de prejubilación. Sería suicida. Un detalle: en 2006 FG prejubiló a 1.850 trabajadores de BBVA.

Pero volviendo a la alta dirección, conviene recordar quiénes son los leales de FG. Unos leales que le protegen de cualquier disidencia interna y que constituyen el parapeto ante cualquier agresión externa. El primero es José Maldonado, secretario del Consejo, responsable primero de la fidelidad de todos los vocales. El segundo nombre es el de Ángel Cano, responsable de Recursos Humanos, un duro entre los duros a la hora de prejubilar personal. El tercero es José Barreiro, que tras su bronca permanente con Jon Asúa se hizo con el control última remodelación- de toda la banca al por mayor. Barreiro es un ejecutivo muy agresivo cuyo único problema son sus malas compañías. En otras palabras, ha hecho su carrera a la sombra de Didac Artés. Agradecido que es el muchacho, acaba de recuperar a Artés para el nuevo negocio de hedge funds que ha puesto en marcha la entidad. Pero el negocio doméstico, que sigue siendo la gran especialidad de BBVA continúa en manos de antiguos bebeuves, los únicos que quedan, junto al consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. Se trata de Jaime Guardiola y Vicente Rodero, aunque si FG continúa con su práctica de prejubilar a todos los mayores de 50 años salvo él mismo, Guardiola seguirá los pasos de los últimos directivos procedentes del BVV, obligados a marcharse en la última sacudida: Vitalino Nafría y José María Abril.

Así se dirige un banco, aunque FG, durante la presentación de resultados del BBVA en el ejercicio 2006, que tuvo lugar en Madrid en la mañana del miércoles 31, asegurara que el banco se rige por el principio de la meritocracia: los mejores, a los mejores puestos. Él mismo reconoció que al principio no es fácil de aplicar porque se van personas excelentes. Al parecer, se van personas excelentes, pero son sustituidas por otras más excelentes y más baratas.

También afirmó FG que el buen gobierno corporativo y la ética empresarial exigen renunciar a ingresos. Y así es, el banco renuncia a ingresos aunque no lo haga su presidente ni para sí ni para sus leales: González es el segundo ejecutivo mejor pagado de España y el que cuenta con un fondo de pensiones más abultado, que al finalizar el año 2006 ya había superado los 40 millones de euros.

En plena reestructuración del sector energético español, siendo el BBVA el banco histórico de Iberdrola y el financiador de la entrada de Florentino Pérez en la eléctrica, resulta que el presidente del BBVA se niega a dar su opinión sobre el sector eléctrico y sobre la operación de Scottish Power. La excusa es una de las más geniales que se recuerdan. FG no habla de Iberdrola porque Iberdrola es un cliente y en el BBVA no hablamos de los clientes. Si extrapolamos tan prudente principio, resulta que en el BBVA no se puede hablar de nada, dado que en España todo el mundo es cliente de BBVA: particulares, empresas, instituciones, partidos, etc. No obstante, indirectamente, el presidente del BBVA proporciona algunas pistas. Por ejemplo, no debe de creer mucho en la operación Scottish cuando afirma que el banco se marchará de Iberdrola (actualmente tiene un 5,1% del capital) en el momento de que surja una oportunidad de compra. De compra de un banco, se entiende. No olvidemos que la escasísima participación en el capital del Consejo de BBVA (en total no alcanzan el 0,6%) y la manía que le tiene el gobierno socialista, que le considera un amigo al que Rodrigo Rato colocó al frente de Argentaria, le hacen estar en alerta permanente. Pero FG dice no creer en los núcleos duros. Es el directivo propio de la multinacional actual, para el que la propiedad no significa gran cosa y los mercados lo son todo. De hecho, FG realiza todos los años una junta paralela a la de accionistas con los representantes de los fondos de inversión y de pensiones, principales accionistas de cualquier empresa actual. Entre ellos se mueve como pez en el agua, como antiguo corredor de bolsa que fue.

Volviendo al sector energético, FG se niega a responder acerca del fenómeno de que los constructores estén sustituyendo a los bancos como accionistas de referencia de las grandes compañías energéticas. Y esto es curiosísimo, porque no parece gustarle el proceso pero, al mismo tiempo, financia a ACS para que se haga con el controla de Iberdrola, además de Fenosa.

En cualquier caso, FG da por perdido el sector eléctrico español, no solo Endesa, al menos eso debemos deducir de sus palabras, por las que considera que sólo dos bancos españoles (SCH y BBVA) y una teleco (Telefónica) pueden lograr el certificado de jugador global, es decir, una empresa de alcance mundial.