La hijísima de D. Emilio vendió el pasado 16 de octubre 340 títulos del Santander que tenía a través de sociedades interpuestas, según consta en los registros de la CNMV. Una minucia equivalente a tan sólo 4.590 euros, pero un gesto significativo. Por cierto que se equivocó de fecha, porque de haber mantenido las acciones del banco presidido por su padre y heredero por su abuelo, ahora tendría un 1,55% más de plusvalía latente.