Si Alemania finaliza el año con un déficit superior al 3%, será el cuarto año consecutivo incumpliendo el pacto de estabilidad impuesto por Bruselas y propuesto -paradojas de la vida- por el eje franco-alemán para disciplinar a los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España).

No será difícil que la economía germana obtenga este record de incumplimientos habida cuenta de que cerró el segundo trimestre del año con un déficit del 3,6% de su PIB. Lo más curioso de todo es que tanto Alemania como Francia han sorteado las sanciones de la Unión Europea que han quedado reservadas para otros países como Grecia o Portugal. España también sufrió los rigores de la asimétrica disciplina comunitaria con las ayudas a los astilleros de Izar consideradas como ayudas ilegales de Estado.