Cuando acaba la contienda española Reyes, un capitán de aviación del ejército republicano y sus hombres se exilian a la Unión Soviética pero, cuando intentan volver a España, son acusados de traidores e ingresados en un campo de trabajo kazajo. A ese funesto lugar también llega el teniente del ejercito nacional Salgado y otros soldados integrantes de la División Azul, éstos son objeto de todo tipo de humillaciones y brutalidades por parte del resto de los condenados, pues los consideran fascistas, especial inquina hacia ellos muestran los soldados republicanos…

El cine se ha preocupado de narrar, en repetidas ocasiones, la crueldad que soportaban los presos de los campos de exterminio nazi pero pocas veces ha hecho lo mismo con los campos soviéticos, los denominados Gulag, salvo magníficas películas como Camino a la libertad, de Peter Weir (2010). Por eso resulta tan interesante que el director español Miguel Ángel Vivas relate las penurias reales que sufrieron soldados de ambos bandos al término de la Guerra Civil.

De larga duración, dos horas y media, los primeros 60 minutos se hacen algo pesados por la descripción pormenorizada de la terrible vida en el campo y los continuos abusos que sufren los soldados nacionales pero, a partir del momento en que se dan cuenta los mandos españoles que hay más cosas que les unen que las que les separan y hacen una Tregua, la película experimenta un subidón de interés, cuando somos testigos de la valentía de esos hombres y su capacidad de sacrificio, mientras idean un modo de fuga tras años de cautiverio en una situación más que penosa.

Se nota, por los escasos escenarios que recrean el campo de concentración, cuyo rodaje fue en Vizcaya en un inmenso decorado de 4000 metros , que el director Miguel Angel Vivas no ha tenido demasiado  presupuesto en este film, pero que se ha molestado, con otros dos guionistas en trabajar unos diálogos y en describir a unos personajes que tienen alma. Como suele ser habitual, el joven actor Miguel Herrán, que habla con la mirada, imprime a su personaje de una fuerza y una heroicidad que conmueven.

La película cala en el espectador porque aborda un asunto olvidado en la España actual: la reconciliación y el respeto hacia el otro, aunque sea de un bando distinto y tenga diferente ideología.

Para: los que crean en que hay más cosas que nos unen que nos separan a los españoles de cualquier lugar.