Desde el año 1992, Pesadillas se ha convertido en uno de los éxitos literarios juveniles, lo que se ha traducido en 400 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. En esta adaptación cinematográfica podemos conocer algunas de las famosas y peligrosas criaturas que inundan sus páginas. "Desternillantemente espeluznante", así la han definido sus responsables, y este comentario resulta bastante acertado. Porque en esta divertida propuesta de cine familiar se aúnan humor y efectos para provocar el terror. El adolescente Zach lleva una existencia monótona hasta que conoce a su atractiva vecina (hija de R.L. Stine, el  famoso autor de las novelas Pesadillas). A partir de ese momento se verá inmerso en un emocionante tobogán de acontecimientos cuando descubre que las criaturas imaginadas por el escritor, si no están debidamente encerradas en los libros, pueden saltar de los manuscritos a la vida real creando un  sinfín de conflictos. Muy en la línea de los estrenos, para todos los públicos, de los años 80 y 90 como Los Goonies, Gremlins o Jumanji,  que mezclaban  humor con aventura, Pesadillas está protagonizada por el simpático actor Jack Black, que encarna una versión histriónica y alejada de la realidad del creador real de las novelas de Pesadillas, R. L. Stile. Además de graciosos y disparatados gags, uno de los logros de esta película ha sido recurrir mínimamente a efectos digitales y apostar por el trabajo artesanal en la concepción de las criaturas que toman la pantalla. Como es usual en estas producciones dirigidas a un público adolescente, la amistad y el valor están presentes en su desarrollo, pero lo mejor es el gracejo que destila todo su metraje, que consigue que el espectador pase un rato realmente divertido. Resulta ideal para acudir en familia y pasarlo "de miedo" grandes y chicos. Para: Los que les gusten las películas divertidas y los nostálgicos lectores de Pesadillas Juana Samanes