En una sociedad distópica, donde abunda la miseria, un grupo de adolescentes arriesgarán su vida por dinero, participando en una brutal carrera, denominada La Larga marcha, en la que solo hay un ganador y no hay línea de meta. Las reglas son muy simples pero aterradoras: si bajas la velocidad de 5 kilómetros por hora, te darán un aviso. Si te paras, te darán un aviso. Si das la vuelta, te darán un aviso. Al tercer aviso, recibes un disparo.
Adaptación al cine de la primera novela de Stephen King, escrita en 1979 bajo el seudónimo de Richard Bachman. Como se ha mencionado está claro que sirvió de inspiración para la famosa saga de Los juegos del hambre. No es casualidad que el cineasta elegido para este film sea Francis Lawrence, director precisamente de Los juegos del hambre: En llamas.
Thriller duro y violento, esta singular “road movie” a través de sus protagonistas nos ofrece una visión de la humanidad desesperanzada desde el momento que nos presenta el resultado de una dictadura terrible (puede ser fascista o comunista) que hace la vida tan imposible a sus ciudadanos que algunos jóvenes optan por arriesgar sus vidas para que haya un cambio en la existencia de sus seres queridos y de ellos mismos. Una historia de supervivencia que destapa lo mejor y lo peor del ser humano.
En la descripción de esos caminantes y las conversaciones que mantienen escucharemos sus sueños, el motivo de participar en esa cruenta carrera, a la par que algunos de ellos, como la pareja protagonista, Ray Garrety y Peter McVries forjarán una amistad inquebrantable, en esa marcha.
En un reparto plagado de jóvenes actores, figura encarnando al cruel comandante Mark Hamill, el inolvidable Luke Skywalker en La guerra de las galaxias.
Película brutal e interesante, que hace reflexionar, y en la que hay que obviar que en una caminata de días sin descansar parece bastante complicado que esos jóvenes tan agotados no dejen de hablar.
Para: los que vean todas las películas basadas en relatos de Stephen King.