• Los ataques a la Eucaristía se han convertido en uno de los signos de nuestro tiempo.
  • Lo políticamente correcto consiste en no hablar de ello.
  • La puerta de la capilla del Santo había sido forzada; el Sagrario, abierto y el copón, con las formas consagradas, robado.
  • Una de las hermanas clarisas señala a Hispanidad que no es un robo más (han sufrido varios) sino una profanación satánica.
  • La Policía investiga los hechos, muy parecidos a los ocurridos a principios de mayo en la parroquia del pueblo de Teresa.
  • Un nuevo "momento doloroso", en palabras de obispo de Segorbe-Castellón, que convoca una misa de desagravio para el próximo domingo 23 de julio.
Tristemente, la cristofobia sigue en auge en España y, sobre todo, las profanaciones eucarísticas, que llevan la marca inequívoca del satanismo. La última muestra la encontramos en una nueva profanación eucarística en Castellón, que en esta ocasión ha tenido lugar en la basílica de San Pascual Bailón situada en la ciudad de Villarreal. El pasado viernes, tras la misa celebrada en el altar mayor, los feligreses y las hermanas clarisas descubrieron el acto sacrílego: la puerta de la capilla del Santo había sido forzada; el Sagrario, abierto y el copón con las formas consagradas, robado. Una de las hermanas clarisas ha señalado a Hispanidad que no es un robo sin más, pues ya han sufrido algunos en otras ocasiones, sino una profanación porque sólo se llevaron el copón con las formas consagradas. La Policía acudió al lugar e investiga los hechos, que son, por cierto, muy parecidos a los ocurridos a principios de mayo en la iglesia parroquial del pequeño pueblo de Teresa (Castellón). Allí, el pasado 9 de mayo, se perpetró un robo que fue algo más: se abrieron el Sagrario y los copones y las formas consagradas fueron esparcidas por el altar y por el suelo. El obispo de Segorbe-Castellón señaló entonces que era un acto "sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía" y convocó una misa de desagravio. Además, subrayó que se trataba de "un episodio más de una espiral que atenta impunemente al legítimo ejercicio de la libertad religiosa de los católicos y la libre predicación del Evangelio en una sociedad plural". Ahora, tras la profanación eucarística en la basílica de San Pascual Bailón de Villarreal, Monseñor Casimiro López ha insistido es que es un "momento doloroso" y ha convocado otra misa de desagravio, que tendrá lugar el próximo domingo. En un comunicado, ha subrayado que este nuevo acto sacrílego "es aún más significativo por haberse realizado en la basílica de San Pascual, patrono de los Congresos Eucarísticos y Asociaciones Eucarísticas y de nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón". Además, ha pedido que "hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía". Los ataques a la Eucaristía se han convertido en uno de los signos de nuestro tiempo. Lo políticamente correcto consiste en no hablar de ello. Una cuestión menor. Cristina Martín cristina@hispanidad.com