• Lo que más teme Rajoy: que Aznar entre en escena.
  • Rajoy se distancia aún más de Soraya por el caso Rato.
  • En La Sexta ya ni ocultan que la filtración de la detención de Rato vino del despacho de la vicepresidenta.
  • Era la condena televisada del aznarismo corrupto.
  • Eso sí: la ambición de Dolores de Cospedal ha conseguido que Soraya se mantenga en la Vicepresidencia.
  • Pero no tiene la menor oportunidad de suceder a Rajoy antes de las elecciones y muy pocas después. En el Partido no le aguantan.
  • Y a todo esto, el que más oportunidades tiene de acceder a La Moncloa es el indocumentado de Pedro Sánchez.
Mariano Rajoy (en la imagen), el indolente, anda muy activo desde las municipales. No, no quiere perder el poder ni quedarse en presidente de una legislatura, en Marianico el Breve. Las dos encuestas (El País y ABC) del pasado domingo fueron interpretadas de forma bien distinta pero lo cierto es que caminaban en la misma dirección: se estanca el PP, sube el PSOE, Podemos a la baja -a lo mejor en la medida en la que sube el PSOE- y Ciudadanos se mantiene en los conseguidos en las municipales, quizás un poco más. Conclusión, de seguir las cosas así el PP sólo podría gobernar con Ciudadanos, y no está nada claro que a Albert Rivera no le dé por aliarse con el PSOE de Pedro Sánchez que, por el momento, es que el que más boletos tiene para llegar a La Moncloa. Pero Rajoy tiene otros enemigos. Por un lado, la posible vuelta de José María Aznar. Es a quien más teme, porque sabe que mantiene su ascendente sobre el Partido Popular, un ascendente que él nunca poseerá. Por otra parte, Soraya Sáenz de Santamaría. La ambición de Dolores de Cospedal le ha mantenido en la Vicepresidencia del Gobierno tras las municipales. Ahora bien, su sueño de sustituir a Mariano Rajoy está cada vez más difícil. En primer lugar, porque Rajoy, no es que no se fíe de ella -no se fía de nadie- sino que está convencido de que Soraya quiere cargarse al aznarismo como sinónimo de corrupción. Y Rajoy, quiera o no, pertenece al aznarismo. Mientras, en La Sexta ya ni ocultan que la filtración sobre la detención de Rato, es decir, sobre la condena televisada del aznarismo corrupto, llegó de Moncloa, del despacho de la vicepresidenta. Ahora bien, lo que no podía prever Soraya es que Rajoy se hiciera la siguiente reflexión: si Soraya quiere cargarse al aznarismo, resulta que yo también procedo del aznarismo. Por lo demás, el calor cae sobre julio y todo está en orden. Sólo que Rajoy es presa de una tenaza con tres garfios: Soraya, Aznar y Rivera. Eulogio López eulogio@hispanidad.com