• La oferta de Soros no sólo era mínima sino que se alió con los fondos para cerrar una operación de 'lown to own'.
  • Y en su racanería, no sólo cabreó a FCC sino que ha dado opciones a Slim para mejorar la oferta.
  • Ahora hay que convencer a Bankia, que tiene la última palabra.
  • Para entendernos, Realia tiene dos negocios, uno bueno y otro malo, esto es, alquiler de oficinas y suelo.

El tacaño tiene esas cosas. Va sembrando antipatía allá por donde pasa. Si, encima, emplea métodos censurables -aunque legales- para lograr sus objetivos, puede incluso cabrear a sus interlocutores. Es lo que ha ocurrido en FCC con George Soros. Concretamente, con su intento de quedarse con Realia, la inmobiliaria de FCC (36,88%) y Bankia (25%).

Y es que la oferta que el inversor norteamericano de origen húngaro presentó en noviembre pasado no sólo era mínima -0,49 euros por acción, un 28% por debajo de la cotización de entonces-, sino que, previamente, se había aliado con los tres fondos acreedores -compraron la deuda de Realia a los bancos- para que aceptaran ese precio y cerrar así una operación de 'lown to own' (prestar para adquirir), práctica habitual de los fondos más agresivos y especulativos.

Esa alianza previa de Soros con los fondos Fortress, King Street y Gondman Sachs, justo mientras negociaba con FCC su entrada como accionista mayoritario, fue lo que cabreó al consejero delegado de la constructora, Juan Bejar. Y con toda la razón del mundo. De hecho, la codicia de Soros fue lo que rompió las negociaciones para que se hiciera con la mayoría de FCC.

Y miren por dónde, su racanería no sólo cabreó a Bejar, sino que ha dado opciones a Carlos Slim para mejorar la oferta por Realia, una vez que el mexicano -él sí- se ha hecho con la mayoría de FCC. Hay que tener en cuenta, además, que el sector inmobiliario es uno de los preferidos de Slim.

Para empezar, el magnate ha paralizado la venta de la inmobiliaria. En un comunicado remitido este viernes a la CNMV, FCC explica que, tras la ampliación de capital de diciembre, "que ha permitido un fortalecimiento de la situación patrimonial y financiera del Grupo, en este momento se encuentra en revisión el plan de inversiones y desinversiones".

En otras palabras, que Slim no está dispuesto a que Soros se quede con Realia por cuatro duros. Y en eso están trabajando los abogados del mexicano, toda vez que el proceso de venta a Soros está ya muy avanzado. En cualquier caso, tanto Soros como Slim necesitan el visto bueno de Bankia (25%), que, obviamente, se decantará por la mejor oferta.

Un apunte más, y no poco importante. Realia tiene dos negocios, uno bueno y otro no tan bueno. El primero es la división de patrimonio, que consta de unos 419.000 metros cuadrados, de los que 243.000 son edificios de oficinas y el resto, centros comerciales. Para que se hagan una idea, entre los inmuebles figuran las Torres Kio de Plaza Castilla, en Madrid, y la Torre Realia BCN de Barcelona.

Ahora bien, la inmobiliaria que preside Ignacio Bayón también posee suelo y promoción de vivienda. Es el negocio residual, que resta más que suma. Concretamente, posee una cartera de 1,9 millones de metros cuadrados de suelo y unas 700 viviendas.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com