Salman bin Abdulaziz, actual rey de Arabia Saudita, anunció cambios en su gobierno. Entre las modificaciones introducidas, destaca el nombramiento de Ibrahim al Asaf como nuevo ministro de Asuntos Exteriores. Este cambio se produce poco después de la crisis provocada por el asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul, informan agencias.

Al Asaf, antiguo titular del puesto de ministro de Finanzas hasta el 2016, remplaza a Adel al Yubeir, que pasa a ser el ministro de Estado de Exteriores, según informaron medios oficiales saudís. Este cargo tiene el mismo rango que un viceministro, lo que supone que tendrá un rol más parecido al de asesor del Ministerio.

El nuevo ministro de Exteriores estuvo entre las decenas de detenidos en la macrooperación contra la corrupción que se llevó a cabo en noviembre del 2017 en Arabia Saudita. En el curso de este operativo, se encarcelaron a decenas de políticos, grandes empresarios y príncipes de la corona saudí.

El rey también cambió al jefe de la Guardia Nacional, que será el príncipe Abdullah bin Bandar, en sustitución del príncipe Khaled bin Ayyaf

Los acusados fueron retenidos durante semanas en un hotel de Riad hasta que llegaron a acuerdos con el Ejecutivo. La mayor parte de ellos salió en libertad en enero del 2018. Tras salir en libertad, Al Asaf fue nombrado miembro del Consejo de Ministros saudí, que está encabezado por el monarca, ocupando el cargo de ministro de Estado.

Al Yubeir, el que había sido el titular ha sido uno de los principales rostros visibles del reino durante los últimos años.

El rey también cambió al jefe de la Guardia Nacional, que será el príncipe Abdullah bin Bandar en sustitución del príncipe Khaled bin Ayyaf.

Turki al Shabana, ejecutivo de la gran empresa Rotana, fue nombrado como nuevo ministro de la Información. Rotana es una compañía propiedad del príncipe Alwaleed bin Talal, inversor multimillonario que también fue detenido en la operación contra la corrupción.

Sin embargo, el que seguirá mandando y ostentará todos los poderes es el príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman, pese a que en el exterior sigue siendo el principal sospechoso de la orden de asesinato del periodista Jamal Khashoggi.