Conviene ver este vídeo y, sobre todo, estos mensajes sobre la guerra de Siria tras el ataque del pasado. Es la denuncia de toda una ristra de mentiras.  

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La guerra de Siria entra en su octavo ‘ejercicio’. Es una guerra de religión. Los líderes musulmanes, llamados laicos sólo para distinguirles de los fanáticos, se enfrentan a los susodichos fanáticos pero el Nuevo Orden Mundial (NOM) está moviendo sus hilos mediáticos y ahora resulta que el fanatismo del Estado Islámico no es el malo, sino que el malo es Bashar Al Asad.

Y es en Siria donde nos jugamos el futuro, con Jerusalén al fondo

La guerra de Siria es una guerra de religión, donde alguien aprovecha al Islam para masacrar a dos colectivos: a los cristianos y a los musulmanes dispuestos a convivir con cristianos. Y así, resulta que, paradojas de la historia, un líder árabe, Bashar Al Asad, seguido por un líder ruso, bastante autocrático, llamado Vladimir Putin, están imponiendo la civilización.

La batalla por Damasco se ha convertido en el gran engaño del terrorismo

Concluyendo: el futuro del mundo no se juega en Washington sino en Damasco. Sobre todo, porque lo de Siria es una guerra de religión… llena de mentiras. Puede decirse que toda guerra es guerra de religión, dado que pocas cosas hay lo suficientemente importantes como para que el hombre se mate por ellas.

Un vídeo plagado de preguntas que delatan

Y mucho ojo, es en Siria donde nos jugamos el futuro, con Jerusalén al fondo. Y el caso que nos ocupa resulta especialmente relevante para conocer quién es nuestro enemigo, Y esto porque Siria se ha convertido en el gran engaño del terrorismo actual.