Nadia Calviño ha recibido órdenes de Moncloa, según fuentes de la Vicepresidencia, para reactivar la fusión entre BBVA y Bankia, como forma de re-privatizar ésta última.

Y es que el PNV insiste: quiere recuperar ‘su’ banco, al menos así lo creen, el segundo del país, con sede en Bilbao (ya la tienen) y con el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, próximo al PNV más moderado, como presidente de la entidad fusionada.

Que conste que, con razones de mercado. Carlos Torres tiene todas los argumentos para oponerse. ¿Por qué va a perder la Presidencia que tanto le costó ganar, cuando el BBVA vale 28.000 millones de euros y Bankia unas siete veces menos?

Sí, tiene encima el caso Villarejo y en la carrera europea, el Gobierno tiene razones para defender la cuota especial en un solo banco, el Santander, que encima está presidido por Ana Botín, que se entiende muy bien con Pedro Sánchez. Ergo no le vendría mal el apoyo oficial, pero lo cierto es que una fusión precio bursátil supondría que el banco valdría el 15% de la resultante, y a eso réstenle el 38% de Bankia que no posee el FROB.

Ahora, su única defensa para librarse de la sombra de Goirigolzarri son los fondos

En definitiva, con un 10% de participación en el nuevo banco no se puede pedir la presidencia, cuando el que viene representa al 85% del accionariado. Bueno, salvo que seas el Estado, al que nadie quiere cerca pero siempre manda más.

En cualquier caso, a Carlos Torres le cuesta moverse en el proceloso mundo del poder madrileño. Para acercarse a Moncloa ha recurrido a su pariente, cuñado de su esposa, Mireia Uribe-Echavarría. Hablo de Javier Bardají, el director general de Atresmedia, con buenos contactos en Moncloa, en concreto con el jefe de Gabinete de Presidencia, Iván Redondo.

Ahora bien, la gestión no se ha saldado con éxito, por lo que la doctrina oficial en Moncloa continúa siendo que el banco al que hay que proteger es al Santander y la banquera amiga del Gobierno es Ana Botín. BBVA y Carlos Torres no son enemigos pero tampoco aliados.

El PNV insiste en recuperar 'su' banco, a cambio del apoyo político para toda la legislatura. Y Goiri debe ser el presidente

¿Está todo dicho? No ni mucho menos. Carlos Torres está contra las cuerdas con el caso Villarejo, un punzón utilizable en su contra, pero le quedan otras salidas. Le quedan, sobre todo, el mercado y los fondos de inversión, propietarios del BBVA, poco amigos de concertar con el Estado y, sobre todo, muy apegados a las valoraciones. Y ojo, no les gusta ni el Gobierno español ni el Gobierno vasco. Ambos son gobiernos y los fondos se guían por las ocho palabras más odiadas por Ronald Reagan: “Soy del gobierno y he venido para ayudar”.

En cualquier caso, la vicepresidenta Nadia Calviño, lo intentará de nuevo, que obedece órdenes, y si el juez García-Castellón se pone tenso…entonces sí que Carlos Torres se vería en un problema.