• El Gobierno teme que la tercera eléctrica, y primera gasera del país, quede en manos de dos fondos de capital-riesgo.
  • El precitado CVC, de Javier de Jaime, junto a GIP, poseerían el 40% del capital, frente al 25% de Criteria.
  • Ese 20% de GNF supone 4.100 millones de euros para la petrolera. Curiosamente, esa venta no significa que Caixabank venda su 9,8% de Repsol.
  • A lo que GNF se ha negado es a que el fondo GIP aumente su participación actual (20%).
  • Además, el problema con GIP, como el de todos los fondos, es que quiere monetizar su inversión mediante la venta de activos.
Alarma en Moncloa: tras el lío de Abertis, ahora resulta que Repsol negocia con distintos fondos (pero sobre todo lo tiene muy avanzado con CVC), la venta de su 20% de Repsol. Eso significa que entre dos fondos de capital-riesgo controlarían el 40% de Gas Natural Fenosa (GNF). En otras palabras, que podrían mandar e imponer sus tesis en una empresa estratégica española: tercera eléctrica y primera gasera. Hablamos del precitado  CVC y del norteamericano GIP. La operación no gusta al Ejecutivo Rajoy. Y tras la batalla de Abertis lo único que faltaba ahora era que GNF, una empresa energética, es decir, básica, empezara a operar como el ministro Álvaro Nadal ya advirtió en su día que no le gustaba lo que la italiana ENEL había hecho con Endesa: vaciarla. Y ahora no hablamos de un socio industrial, sino de un fondo cuyo principal mandamiento es que la suma de las partes valen más que el todo: trocea. Fondos que, en cualquier caso, operan a corto plazo Los hechos: el fondo británico CVC ultima la compra del 20% de Repsol en Gas Natural Fenosa (GNF), que le situaría en el accionariado a la misma altura que el fondo norteamericano GIP, que compró ese mismo porcentaje a partes iguales, a Caixabank y a la petrolera, en 2016. Para Repsol se trata de una opción financiera que estaba sobre la mesa y que supone no pocos ingresos. Al precio que cotiza la acción, ese 20% vale 4.120 millones de euros. El propio presidente, Antonio Brufau, admitió la posibilidad de vender su parte en la junta general de mayo. A pesar de la buena relación con GNF -"no competimos", dijo- "no tenemos ninguna fidelidad". Ese momento, en fin, ha llegado, pero la operación, curiosamente, no significa que Caixabank, que preside Jordi Gual, vaya a vender su 9,8% en la petrolera ni supone un divorcio accionarial con Criteria-Caixabank, que controla el 24,4% de GNF. Eso sí, a lo que sí se ha negado Gas Natural es a que GIP aumente su participación, lo cual encaja en la propia estrategia de la gasista. El fondo, en el que manda Adebayo Ogunlesi, mira a lo suyo, monetizar su inversión, mientras el gran proyecto del presidente de GNF, Isidro Fainé, es crear la gran energética del sur de Europa, lo que pasa aumentar el tamaño con todas las opciones abiertas: Endesa, pero no al precio que pide Enel y EDP. La pregunta que queda en el aire, con todo, es qué camino seguirá el fondo de CVC, que dirige Javier de Jaime (en la imagen), y si estará tentado, como GIP, a monetizar su inversión. De Jaime, por cierto, mantiene buenas relaciones con Francisco Reynés, actual consejero delegado de Abertis, que suena también como futuro posible consejero delegado de GNF. Ojo, CVC fue también accionista de referencia de Abertis y cobró un buen dividendo en 2011, cuando ésta vendió Saba, su filial de aparcamientos y parques logísticos. Gas Natural está en posición de comprar, del mismo modo que GIP en posición de desinvertir para elevar así el precio de la acción. De ahí su presión para que GNF venda activos, como ha hecho con su negocio en Italia, que vendió a Edison por 1.020 millones, o con el 20% de la red de distribución de gas, que vendió a Allianz y CPPIB por 1.500 millones. Rafael Esparza