Hombres armados atacaron un evento público celebrado en el oeste de Kabul con la asistencia del primer ministro de Afganistán, Abdullah Abdullah, que salió ileso del incidente, según confirmó su portavoz, Mujib Rahman Rahimi, informa Sputnik. "Abdullah Abdullah está a salvo, en un lugar seguro", declaró Rahimi.

Según el canal Tolo News, que cita al vice primer ministro Muhammad Mohaqiq, varias personas resultaron heridas en el ataque. A su vez, las fuentes médicas informan que al menos 23 muertos y más de 30 heridos en un ataque en Kabul.

El incidente tuvo lugar en la ceremonia conmemorativa del 25 aniversario de la muerte de Abdul Ali Mazari, fundador del Partido de la Unidad Islámica de Afganistán (Hezb-e-Wahdat).

Además de Abdullah y Mohaqiq, participó en el evento el expresidente Hamid Karzai, según una fuente del Ministerio del Interior.

El portavoz de la Presidencia afgana, Sediq Sediqqi, tuiteó que Ashraf Ghani "ha sido informado sobre el incidente". "Lo está siguiendo con las fuerzas de seguridad y ha dado a funcionarios de seguridad y salud las instrucciones para emprender acciones inmediatas", añadió.

Un portavoz de los talibanes afirmó en Twitter que el movimiento no tiene nada que ver con el ataque

Ashraf Ghani, que ejerce la jefatura del Estado afgano desde 2014, también fue proclamado ganador de las presidenciales del 28 de septiembre de 2019, con el 50,64% de los apoyos, pero el jefe del Ejecutivo y su principal rival en las urnas Abdullah Abdullah se negó a reconocer los resultados del escrutinio oficial que le otorga el 39,52% y está preparando una ceremonia de investidura para la misma fecha, el 9 de marzo.

Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista EI (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.

El 29 de febrero, representantes de EEUU y del Movimiento Talibán firmaron en Doha un acuerdo que prevé un recorte del contingente militar estadounidense en Afganistán hasta 8.600 efectivos en 135 días y la retirada total de las fuerzas de EEUU y de la OTAN en un plazo de 14 meses, siempre y cuando los talibanes se abstengan de la violencia.

El documento, que pondría fin a 19 años de conflicto armado entre EEUU y la principal facción insurgente, también busca abonar el terreno para el diálogo interafgano con la liberación de hasta 5.000 talibanes y hasta 1.000 prisioneros de bando gubernamental antes del 10 de marzo, aunque el presidente afgano, Ashraf Ghani, ya afirmó que no puede ser condición previa para las conversaciones, sino uno de los puntos a negociar.