Fuerte crecimiento en los resultados del primer semestre de 2018  que Acciona ha publicado en la mañana del viernes: +90%. Sin embargo, hay que matizarlos mucho, aunque son buenos, y así lo refleja el mercado con una subida superior al 5% en la cotización en el momento de escribir estas líneas.

Los ingresos han crecido en los últimos doce meses un 5,1% y el resultado bruto de explotación, un 6,7%. Francamente bien, pero muy alejado del incremento, espectacular, del resultado que se ha debido a ventas de activos que han aportado 98 millones de euros antes de impuestos (el 37,5% de este concepto). Vamos un pelotazo, sin connotaciones de ningún tipo. En cualquier caso, descontado este efecto, el resultado antes de impuestos ha crecido un 10,1%, que está francamente bien.

Sólo una sorpresa en todas sus líneas y márgenes: fuerte resultado por la venta de activos

Una vez dicho esto, la cuenta de resultados de la compañía que tiene como presidente ejecutivo a José Manuel Entrecanales es francamente aburrida, como deben ser las cuentas de resultados. Las variaciones son pequeñas y los márgenes estables. Sólo una sorpresa en todas sus líneas y márgenes: el fuerte resultado por venta de activos antes comentado.

El balance se reduce casi un 9% por lo mismo: los activos netos vendidos figuraban a 30 de junio de 2017 por importe de casi 1.000 millones de euros y han desaparecido.

Lo mejor: el incremento del flujo de caja de operaciones. Ha pasado a ser positivo por un importe de 137 millones de euros a 30 de junio, frente a los 11 millones negativos de igual fecha de 2017. Esto junto con la gran desinversión practicada ha permitido a la compañía aumentar su liquidez en 592 millones de euros en el primer semestre de 2018, frente a la reducción de 528 millones de euros por el consumo en operaciones y en inversiones de igual periodo de 2017. Con tanta caja, alguien tenía que pillar y han sido los accionistas, que es lo que correspondía además, a los que se les han recomprado acciones por importe de 125 millones de euros en este primer semestre de 2018. Casi, casi, se puede decir que se les ha entregado la gran plusvalía realizada, además de una parte de los beneficios ordinarios.

Aumenta la liquidez en 592 millones y con tanta caja, alguien tenía que pillar: los accionstas. Se han recomprado acciones por 125 millones

Así, en el balance, la única partida (al margen de la desaparición de los activos netos vendidos que figuraban como no corrientes en venta) que experimenta una variación significativa es el patrimonio neto, que cae casi un 15%.  El apalancamiento de la sociedad, por tanto, crece.

Como ya hemos comentado en varios de los análisis de las cuentas presentadas este viernes, los accionistas están retirando cuantiosos recursos de sus compañías. Reincidimos: o no hay oportunidades de inversión o no quieren correr tanto riesgo. También es verdad que tras la crisis, que lo ha sido de sobreinversión, las compañías están reduciéndose y es lógico devolver a los accionistas el exceso de recursos que se les ha solicitado.

Casi todas las líneas de negocio crecen, destacando Energía, Construcción y Otras Actividades. Agua cae un 42,2% pero no es relevante

Casi todas las líneas de negocio crecen. Si lo medimos por el beneficio antes de impuestos: Energía lo hace en un 14,1%, Construcción en un 11,9%, Otras actividades en un 11,7% y sólo Agua, importante pero no relevante en el conjunto, cae (-42,2%). El resto de líneas, estables y poco relevantes en cualquier caso.

Cuentas buenas y de tránsito (¿o no? que decía el Registrador). Esperamos a ver que quiere hacer Acciona en el futuro: madurar en estas líneas o volver a la carga con nuevos proyectos un poco más adelante.