Se está trasladando a la opinión pública que el aumento de turistas -este año podríamos alcanzar los 100 millones de extranjeros- está provocando problemas en la vida diaria de los residentes en algunos destinos españoles, pero nada más lejos de la realidad. “Algunas cosas que se achacan al turismo no son ciertas”, afirmó este jueves Óscar Perelli, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, en un encuentro con la prensa.

Hablamos, por ejemplo, de la congestión del tráfico en Baleares y Canarias o de la escasez de vivienda en general. Lo malo es que en algunos de estos lugares se aplican medidas equivocadas, como en Ibiza, donde se está imponiendo restricciones al tráfico de vehículos llegados por barco cuando tan sólo representan el 1,5% del total del parque existente en la isla.

Siguiendo con los ejemplos, en Baleares se está planteando la restricción al alquiler de coches cuando en temporada alta sólo representan el 10% del total.

Los datos desmienten esto. “Las cifras oficiales reflejan que de 2019 a 2014 el 88,8% del incremento de la presión humana diaria en los destinos españoles se debe al crecimiento de la población residente, mientras el aumento de los turistas explica el 11,2%”, señala Exceltur en el informe sobre perspectivas turísticas del verano, presentado este jueves.

Vamos con esas previsiones, cuya conclusión principal es que el turismo seguirá creciendo pero menos de lo que se pensaba. En esta línea, el crecimiento del PIB turístico del segundo trimestre se aceleró ligeramente (+3,6% respecto al segundo trimestre de 2024 y un 3,2% más respecto al primer trimestre), pero por debajo del 4% esperado en abril.

De esta manera, el PIB turístico real en 2025 no alcanzará el 4% esperado y se situará en el 3,3%, una reducción notable de las expectativas que el sector atribuye al contexto macroeconómico más adverso e incierto, que se concreta, principalmente, en la caída de turistas procedentes de EEUU, Alemania y Francia.

El turismo nacional, que representa aproximadamente el 50% del total, tendrá un mejor comportamiento que el extranjero durante el verano y la segunda mitad del año.