No es la primera vez que sucede porque Recep Tayyip Erdogan tiene la curiosa manía de destituir a todo aquel que no obedezca sus órdenes, por muy descabelladas que parezcan. Es lo que le ha sucedido este jueves a Semih Tumen y a Ugur Namik Kucuk, hasta hoy vicegobernadores del Banco Central de Turquía, y a Abdullah Yava, alto funcionario de la entidad. Los tres eran miembros del Comité de Política Monetaria.

Decíamos que no es la primera vez que la lira turca se desploma. Ya sucedió a finales de marzo, cuando el demócrata Erdogan echó al gobernador del Banco Central por contradecirle y subir los tipos de interés. Sólo llevaba cuatro meses en el cargo, un despido que pilló a Carlos Torres por sorpresa: unas semanas antes manifestó que “plena confianza” en nuevo gobernador.

A pesar de la inestabilidad, el presidente del BBVA, junto a su Ceo, el turco Onur Genç, -a la fuerza ahorcan- están empeñados en mantener el 49,8% de Garanti, el segundo banco privado del país y quinto si se tienen en cuenta también los públicos. La lira turca ha caído este jueves hasta mínimos históricos (9,5 por un dólar) y en lo que va de año ha perdido el 23% de su valor. Es la peor moneda emergente desde enero.

La caída del BBVA en Bolsa ha sido menor este jueves que la que sufrió en marzo. Aun así, con un Ibex rondando el 1% positivo, la entidad ha llegado a retroceder más de un 1%, aunque ha ido recuperando terreno a lo largo de la sesión, hasta cerrar en -0,93%, con el Ibex en +0,49%.

Lo grave para el BBVA, sin embargo, no es tanto el impacto bursátil como el hecho de que su tercera filial más importante después de México y España -aporta casi el 20% de los ingresos-, está a merced del mencionado Erdogan que, con una inflación del 19,2% ordenó en septiembre bajar los tipos de interés del 19 al 18%.