El miércoles, la misma historia. Telefónica robaba clientes a sus telecos competidores. Se trataba de aprovechar la coyuntura en Bolsa ... pero la alegría dura poco en el casa del pobre y la sesión bursátil del jueves se abría con la cotización a la baja. Un muestra más de que se acaba el tiempo y Telefónica podría presentar pérdidas. Todo depende de cómo se periodifiquen las cuentas y de cómo se anoten las perdidas derivadas de los fondos de comercio y las pérdidas por diferencia de cambio- pero el fantasma de los números rojos en 2025 está ahí... y eso supondría, algo parecido a una tragedia griega y probablemente bíblica.
Por cosas como ésta, que ya van muchas, ha llegado el primer aviso serio de Manuel de la Rocha, el poderoso asesor económico del presidente del Gobierno, en cuyo despacho monclovita se produjo el cese más bananero de la democracia española: el de José María Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica.
De la Rocha lleva tiempo encareciendo al presidente de la operadora, Marc Murtra, que si, fracasa al frente de la Telefónica nacionalizada, quien habrá fracasado será el Gobierno. Y eso es algo que Pedro Sánchez no se puede permitir.
Ahora, el 'Efecto Murtra', que se vivió al comienzo de su mandato se ha evaporado. Y la cotización se desliza a la baja sin que las buenas noticias logren remontar la languidez. Y estamos a 20 días de la presentación del Plan Estratégico y seguimos sin nada que presentar.
Así De la Rocha ha lanzado un duro aviso a Marc Murtra: deben rodar cabezas, hay que provocar un giro que sorprenda al mercado. Mejor, que le asombre. Porque si no ruedan cabezas, hazte la idea Marc, de que rodará la tuya, antes de fin de año.
Una de las cabezas que podría rodar es la del todopoderoso Javier de Paz, el nombre que colocó a otro zapatista, Emilio Gayo, como consejero delegado.
Murtra se resiste porque De Paz ha pasado de ser su 'superior' de hecho a su aliado (algo muy habitual en De Paz, el personaje más sinuoso de la empresa española) pero es que, además, De Paz, es el hombre de ZP en Telefónica y resulta que el expresidente del gobierno está muerto.
Sí, muerto y, lo que es peor en política, desaparecido. Sus amistades peligrosas con venezolanos y chinos, con Maduro y Huawei le han situado en el punto de mira de Washington y de Bruselas, ambas a un tiempo. A ZP, salvador de Sánchez, ni Sánchez quiere salvarle a estas alturas.
Por tanto, ¿Javier de Paz podría caer en Telefónica? Sí, pero estamos hablando del hombre que, contra toda norma y contra todo presagio, ha resistido 18 años como consejero de Telefónica y ahora, además, tiene un segundo sueldo, como presidente de Movistar+. ¿Y cesar a Javier de Paz significa enderezar el rumbo de Telefónica? No, pero por lo menos, es dar un aviso al mercado. En cualquier caso, Murtra debe hacer algo para satisfacer a ese mercado... y a Manuel de la Rocha.