El Plan Estratégico que presentará Marc Murtra el próximo 4 de noviembre pivotará sobre dos ideas, principalmente: la consolidación de las telecos europeas debe comenzar con fusiones nacionales y, la segunda, que el futuro de Telefónica pasa por especializarse en ciberseguridad. Como diría Carlos I de España y V de Alemania, el papel lo aguanta todo.

El presidente de Telefónica está empeñado en llevar a la teleco por esos derroteros y pidió a Bruselas vía libre para crear “titanes tecnológicos europeos”, por un lado, y “capacidad de invertir en tecnología europea empezando por la ciberseguridad”, afirmó este miércoles durante un desayuno celebrado en el Ateneo de Madrid.

Fusiones sí, pero empezando por España, no nos vaya a suceder lo mismo que a Vodafone que, según él, comenzó la casa por el tejado, es decir, expandiéndose demasiado rápido por Europa, lo que le ha llevado, años después, a tener que replegarse y vender filiales como, por ejemplo, Vodafone España.

En realidad, el ejemplo no es muy representativo, porque lo que le sucedió a Vodafone es que se metió en mercados como el indio, con un elevado riesgo que no supo valorar y que a la postre llevaron a la teleco a reducir su tamaño.

Sea como fuere, la idea de Murtra es que Europa cuente, al final del proceso de consolidación, con tres grandes telecos: Deutsche Telekom, Orange y Telefónica. Vodafone no podría estar en este grupo porque, según él, no cuenta con apoyo público, es decir, el Estado británico no tiene participación en la compañía. Es curioso, porque su antecesor, José María Álvarez-Pallete, argumentaba justo lo contrario: la presencia de capital público dificulta las fusiones entre telecos, en Europa. En todo caso, ¿quién ha dicho que Vodafone no tendría apoyo gubernamental aun siendo de capital enteramente privado?

Volviendo a las fusiones nacionales, no está descartada, ni mucho menos, la compra de Vodafone España. Murtra no quiso adelantar nada durante el desayuno, pero en Hispanidad ya hemos explicado que no tienen ninguna lógica industrial. Sólo lograría aumentar la deuda de Telefónica a cambio de clientes, algunos de los cuales se marcharían a los pocos días. El que sí ve la operación como un éxito es el fondo Zegona, dueño de Vodafone España, cuya cotización en la bolsa de Londres se ha disparado desde que salieron a la luz esos rumores de compra.

La otra pata pensada por Murtra para Telefónica, y quizá la más importante, es la ciberseguridad, que ya adelantamos en Hispanidad. Efectivamente, una vez consolidado el sector, el siguiente paso sería que Telefónica se especializara en ciberseguridad, naturalmente, con el visto bueno de Alemania y Francia.

Una ciberseguridad que, en el plano de la Defensa, iría de la mano de Indra, que es, a día de hoy, la que está captando una mayor parte del presupuesto de Defensa y la que tiene a los ingenieros capacitados para la tarea. ¿Cuál es el problema? Que en Indra no pueden ni ver a Murtra, por lo que un entendimiento entre ambas compañías sería imposible.

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