Hispanidad viene avisando de que el Ingreso Mínimo Vital -una paga mensual que reciben personas que carecen de recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas vulnerabilidad- tiene el riesgo de desincentivar la búsqueda de empleo.

Lo justo es que esas personas puedan dejar de recibir el citado ingreso porque han encontrado trabajo y no convertirse en parásitos de los demás. 

Esta paga a cambio de nada, por cierto, alcanzó el pasado mes de agosto a 764.905 hogares, en los que se beneficiaron más de 2,3 millones de personas de esta ayuda. 

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Pues bien. Si una imagen vale más que mil palabras, nada mejor que ver este vídeo, emitido en Antena 3, grabado en un barrio de Córdoba, donde esta realidad se explica por sí misma. "Vivimos del Estado, de la Vital". "Por la mañana paseo y por la tarde descanso. ¿Para qué voy a trabajar?"

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En Italia lo demostró la primera ministra Giorgia Meloni: reformó la "renta de Ciudadanía" -el equivalente al IMV español-: si una persona está cobrando el subsidio y rechaza una oferta de empleo "razonable" deja automáticamente de cobrar el ingreso gubernamental. Consecuencia: Italia cerró 2023 con una tasa de paro del 7,2%, la más baja desde el año 2008, y con el empleo creciendo a niveles nunca vistos.