El todopoderoso Joseph Oughourlian, actual presidente de PRISA, empieza a no ser tan poderoso, ni tan creíble. En primer lugar, porque Pedro Sánchez le ha tomado el pelo en PRISA. En segundo lugar, porque también se lo ha tomado en Indra.

De entrada, la última: no se crean eso de que Oughourlian está formando un grupo de fondos para salvar la ingeniería. Lo que ocurre es que una vez semitranquilizado el consejo y expulsado el Consejero Delegado, Ignacio Mataix, el franco-armenio no puede pegar el pelotazo previsto.

Pelotazo que también tiene su enjundia por cuanto era la compensación que Pedro Sánchez le había prometido por salvar El País y la SER, dos instrumentos fundamentales para que Sánchez se mantenga en Moncloa para las próximas elecciones.

No nos engañemos, quien manda ahora en el periódico El País y en la cadena de emisoras SER es Miguel ‘Cubanino’ Barroso y a Amber Capital ya nadie le necesita, una vez realizada la segunda ampliación de capital. Bueno, hasta que no se necesite la tercera. Además, Oughourlian tiene contrapesos accionariales como puede ser el Grupo Vivendi. Y otros accionistas, como el Santander, no tienen capacidad de maniobra.

En definitiva, Sánchez ha demostrado ser mucho más listo que Oughourlian, ha utilizado al especulador -muy progresista, no lo olvidemos- y ahora que en principio no le va a volver a necesitar, no comprometerá, para pagarle, el futuro de Indra. Es lo que se llama una doble tomadura de pelo.