El titular del Comunicado del Banco de España, lanzado, además en la tarde de vísperas del Puente de la Inmaculada, que tiene bemoles la copla, no ofrece lugar a dudas: "El Banco de España designa una Entidad de Importancia Sistémica Mundial y establece su colchón de capital macroprudencial para 2027".
Lo segundo no es importante, pues el famoso colchón está puesto en solfa por fuero y por huevo. La discusión, ahora mismo, en el sector bancario mundial, no es cuánto capital debe tener, o puede poner, un banco para ser solvente, sino si este es el modelo de supervisión bancaria a seguir. Y esto por lo que siempre hemos dicho en Hispanidad: un buen banco no es aquel que posee mucho capital sino el que posee mucha rentabilidad. La rentabilidad posibilita la solvencia. La solvencia ayuda, sí, pero no provoca rentabilidad sino una buena gestión.
Pero la primera parte de la frase sí es importante: significa que Moncloa, sí, Moncloa, porque el Banco de España ha perdido toda su independencia desde que está regida por un sicario de Sánchez, su ex ministro José Luis Escrivá, dentro de las negociaciones eternas para crear la unión bancaria europea, ha decretado que el único banco español 'intocable' es el Santander condenando así a la condición de contingente, no sólo al BBVA, sino también a Caixabank, el primer banco en España aunque no el primer banco español.
De esta forma, Ana Botín preside, a partir de ahora, el único banco español 'too big to fail', demasiado grande como para dejarlo caer. ¿Significa esto que, por ser más grande es más solvente? No, eso es lo que quieren que signifique. Significa que si cae, el Estado, es decir, todos nosotros, acudiremos a salvar al Santander, lo que no ocurrirá con ningún otro banco español.
Oiga, y así, entre nosotros, sin que salga de la provincia, ¿esto significa que Ana Botín y Pedro Sánchez se llevan bien? No, se llevan a matar. El presidente del Gobierno ha insultado en publico a Botín ("si no vamos por el camino de Botín o Sánchez Galán es que vamos bien"). Además, Botín no le considera precisamente brillante.
Y es que en ese reparto del mundo bancario del futuro, los gobiernos europeos están vendiendo la piel del oso antes de cazarlo... pero la venden. Primero porque no hay unión bancaria europea. Segundo, porque aún no sabemos si la banca europea va a desaparecer, toda ella, en manos de un sólo banco, el BCE, donde cara eurociudadano posea una única cuenta corriente y todos vivamos en el euro digital, desaparecido el dinero físico, de grado o por fuerza. O sea, el Gran Hermano controlador.
Pero, miren por dónde, ya sabemos que si todo sigue su curso normal, cada día menos bancos privados, más grandes, a España, en el concilio europeo, sólo se le permitirá un banco en la primera división bancaria europea: el Santander. No habrá un segundo.
Aún no sabemos si la banca europea va a desaparecer, toda ella, en manos de un sólo banco, el BCE, donde cara eurociudadano posea una única cuenta corriente y todos vivamos en el euro digital, desaparecido el dinero físico, de grado o por fuerza. O sea, el Gran Hermano controlador
¿Se trata de mera declaración de intenciones? No, me temo que es mucho más. Significa una bofetada, al menos al BBVA, donde las relaciones con Moncloa tras la OPA al Sabadell no pueden ser peores y otra a Caixabank que es la clave de la estructura bancaria actual en el interior de España, a pesar de su escasa presencia internacional.
Para anunciarlo en vísperas de un puente festivo, reconozcan que no está mal pensado.