Masorange comenzó su andadura en marzo de 2024 con una deuda que rozaba los 14.000 millones de euros y que logró reducir hasta 12.636 millones a finales de ese mismo año. En cualquier caso, hablamos de una cifra excesivamente elevada, incluso para Orange, dueña del 50% de Masorange, cuya deuda global supera los 34.200 millones.

En este contexto, la consejera delegada de Orange, Chrystel Heydemann, enfrío las expectativas de Providence, Cinven y KKR, dueños de casi el 50% restante de Masorange, deseosos de vender su parte y embolsarse unas suculentas plusvalías. Cuando lo consigan será la culminación de una operación financiera pergeñada durante años, bajo la batuta del CEO, Meinrad Spenger.

Heydemann, sin embargo, echó un jarro de agua fría sobre los fondos. “No hay un calendario específico y, por tanto, no hay prisa por llegar a un acuerdo”, afirmó el jueves, durante la presentación de resultados de Orange. “Está claro que las discusiones que tenemos sobre el pronóstico financiero y las ambiciones que ambos tenemos para la compañía es, probablemente, lo que está generando mucha especulación en los medios”, señaló. Por cierto, Orange, junto a Bouyugues Telecom e Iliad, continúa empeñada en hacerse con gran parte de los activos de Altice, dueña de la teleco SFR, por la que lanzaron una oferta no vinculante de 17.000 millones de euros. Altice la rechazó.

La llamada de Heydemann a la calma es lógica: a la elevadísima deuda que tendrá que asumir la teleco gala -elevadísima, incluso, tras la venta de la empresa de fibra conjunta con Vodafone, se suma el hecho de que la mejor opción sería sacar a bolsa el 50% de los fondos. Ahora bien, al mercado nunca le han gustado las empresas controladas por un único accionista, en este caso el Grupo Orange, controlado a su vez por el Estado francés con un 23% del capital.

En definitiva, a las prisas de los fondos, que tienen marcado en el calendario abril de 2026, justo cuando termina el plazo de dos años antes de poder salir a bolsa, contrarrestó la CEO Heydemann con su “No hay prisa”. Paciencia, amigos, paciencia.