Los Escribano han elegido a la actual consejera de RENFE, Teresa Busto, como nuevo vocal... aproximadamente en sustitución de Ángeles Santamaría. Es decir, en sustitución de la mujer que se oponía a que Indra, presidida por Ángel Escribano, compre EME, propiedad de Ángel Escribano.
Y su nombramiento será clave para que el Consejo de Indra de el visto bueno a lo que en Hispanidad hemos llamado "la operación abyecta", por la que los hermanos Escribano (Ángel y Javier) con el silencio cómplice de la CNMV, pueden hacerse con 1.500 millones de euros y seguir mandando en Indra. Me es exactamente igual que lo cobre en dinero o en papel: sigue siendo una operación que no debiera permitirse jamás.
La elección de Busto coincide con el signo de los tiempos, donde la eficacia se ha convertido en un valor ético y donde la deontología empresarial se relega a los tópicos al uso: la igualdad y la sostenibilidad
Bueno, mejor dicho, prefiero que lo compren en papel y que se hagan con hasta un 29,9% del capital de Indra, que por mor de la guerra de Ucrania no deja de subir en bolsa, pero sigue siendo una operación abyecta: una compañía de la que eres presidente no puede compra un otra compañía de la que eres propietario.
La operación supondría un claro conflicto de competencias que, en cualquier país, sería denunciada e impedida por el regulador bursátil (Indra es cotizada) y sería vetada por el Consejo de Administración en el que ahora entra la señora Busto.
Es algo indiscutible por cuanto se plantea un inadmisible conflicto de competencias entre quien preside una empresa con un 14,5% del capital que decide comprar la empresa EME, de su propiedad, por un precio desorbitado que nada tiene que ver, ni con los ingresos ni con los beneficios de EME.
Dicho de otro modo: los hermanos Escribano necesitaban a una consejera con experiencia, con currículo en el sector aeroespacial, y en ese sentido nadie se lo puede discutir a Busto... pero que trague con la operación y no como Ángeles Santamaría, su antecesora, que no tragaba.
La elección de Busto coincide con el signo de los tiempos, donde la eficacia se ha convertido en un valor ético y donde la deontología empresarial se relega a los tópicos al uso: la igualdad y la sostenibilidad (en el bazar de las armas, hablar de sostenibilidad tiene un poquito de coña, pero dejemos eso).
La clave de la compañía es saber si Indra podrá ser el gran fabricante de armamento español, si podrá aprovechar el presupuesto creciente de su casi único contratista: el Estado. Si lo consigue se le perdonará todo. De otra forma, todo se vendrá abajo
En efecto, Busto es feminista y filosocialista, un elemento dentro de ese cuerpo de gestores empresariales, no institucionalizado, pero donde se exige fidelidad al régimen sanchista, que ejerce Pedro Sánchez dentro de la empresa pública y de las empresas privadas nacionalizadas... 'por decreto', como es el caso de Telefónica.
Busto, ya cumplido su tiempo como ejecutivo, enriquece su jubilación como consejera de RENFE y ahora de Indra, empresa pública y semipública dentro del nuevo INI sanchista.
Y necesita hacerlo rápido, porque rápida debe ser la absorción de EME por Indra. No olvidemos que la compra del 14,5% de la compañía por los hermanos Escribano, se hizo de forma apalancada y que el primer vencimiento importante del préstamo es en noviembre... y acabamos de empezar octubre.
En todo caso, la clave de la compañía es saber si Indra podrá ser el gran fabricante de armamento español, si podrá aprovechar el presupuesto creciente de su casi único contratista: el Estado. Si lo consigue se le perdonará todo. De otra forma, todo se vendrá abajo.