La francesa Orange ha comprado el 50% que no tenía de Masorange, por 4.300 millones de euros, por lo que se ha convertido en el primer operador en nuestro país, por delante de Telefónica. España se consolida, de esta manera, como el segundo mercado de Orange, sólo por detrás del francés y a años luz del resto de filiales.
Providence, KKR y Cinven, junto con los socios españoles, entre los que hay algunos directivos, han culminado su gran operación financiera, aunque ellos buscaban cerrar la venta por no menos de 5.000 millones de euros. Tranquilos, no pasarán apuros para llegar a fin de mes.
El punto mollar es la elevadísima deuda, superior a los 12.600 millones de euros, que asume París. No importa. Estamos hablando de una compañía, Orange, cuyo 23% del capital está controlado por el Estado francés. A ver quién le va a poner pegas para endeudarse todavía más si el premio es convertirse en el primer operador de España.
Mientras tanto, la teleco de bandera española, Telefónica, recorre el camino inverso y vende su filial en Ecuador -jueves 30- a Millicom, por 273 millones de euros y analiza la reducción del dividendo. La cotización de Telefónica ha caído este viernes un 1,8%.
Todo esto en vísperas de la presentación del primer Plan Estratégico de Marc Murtra, el 4 de noviembre. También conoceremos los resultados hasta septiembre, que no tienen buena pinta. Orange crece mientras Telefónica mengua. Esto marcha.