Gregorio Izquierdo Llanes (Madrid 1969) es director general del Instituto de Estudios Económicos, donde ha ganado la diana Esade a la mejor predicción macroeconómica de los años 2020 y 2022. Además, es director de Economía de la CEOE, entre otras muchas responsabilidades

Antes fue presidente del Instituto Nacional de Estadística entre 2011 y 2018, así que, no hay mejor perfil para que nos ayude a enfocar las claves de este 2024 que acaba de comenzar… “y que será”, nos dice, “algo peor que 2023”.

Empezamos.

-Póngale nota, por favor, a 2023, año que acabamos de dejar atrás

Ha sido un año de ralentización, con un suspenso en tendencia (ya que ha ido de más a menos), con un aprobado en términos de crecimiento y empleo y con un notable desde la perspectiva de reducción de la inflación. Para mi lo peor ha sido la mala progresión de la productividad y de la renta per cápita con relación a la UE y lo mejor la fortaleza del sector exportador, que superó el 40% del PIB,

-¿Firmaría ahora mismo por tener un 2024 similar al 2023?

Este 2024 va a ser algo peor que el año pasado, aunque se espera un perfil de crecimiento de menos a más, esto es, que acabaremos el año con un dinamismo mayor al que lo estamos empezando, ya que la coyuntura actual está siendo muy débil, y así seguirá hasta que se confirme el cambio de la orientación de la política monetaria a partir del próximo otoño.

En España hemos evitado repetir las espirales de precios y salarios, que en el pasado ensanchaban y enquistaban en el tiempo los choques inflacionarios

-Nadia Calviño se ha ido al BEI, ¿va a echarla de menos?

Le deseamos lo mejor a la Vicepresidenta Calviño en su nueva responsabilidad como Presidenta del BEI. Es importante y positivo que aumente la presencia de profesionales de nuestro país en los puestos de máxima responsabilidad en la Comisión y Organismos Europeos.

-Carlos Cuerpo es ahora el ministro de Economía ¿qué opina y qué espera de él?

Es una persona en principio bastante preparada (Economista del Estado y Doctor en Economía) con experiencia en este Ministerio en los últimos años, que se merece por ello un plus de confianza. Pero la responsabilidad que asume no es nada fácil, en un contexto de ralentización económica y con la dificultad añadida de que el Ministerio de Economía pierde su categoría de Vicepresidencia.

-Los fondos europeos han aportado al PIB menos de lo esperado. Pues ….Houston, tenemos un problema ¿no cree?

Estos Fondos han tenido un impacto mucho menor sobre la inversión privada del que se esperaba y era necesario, tanto por su retraso en la gestión, como por el excesivo protagonismo del sector público en sus beneficiarios. No obstante, se espera que, en la parte que se financia a través de préstamos a partir de 2024, pueda tener un mayor impacto positivo sobre la inversión, sobre todo en aquellos intermediados por el sector financiero a través del ICO. Estos fondos pueden poner financiación más barata, más fácil de conseguir que las ayudas directas y lograr un efecto más inmediato sobre la inversión.

-¿A qué se ha debido la caída de la inflación? Yo pienso, en mi humilde opinión, que la subida de tipos no ha tenido mucho que ver…

La principal razón es que en España hemos evitado repetir las espirales de precios y salarios, que en el pasado ensanchaban y enquistaban en el tiempo los choques inflacionarios. A este respecto el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) cerrado en la pasada primavera ha sido determinante para asegurar la estabilidad de precios y consolidar el mantenimiento del empleo.

A partir de primavera se espera que la inflación retome una senda de moderación paulatina y se situé por debajo del 3% a finales de 2024

Además, ha generado confianza empresarial en cuanto contribuye a la paz social y reduce las incertidumbres acerca de la evolución de las rentas salariales en los próximos años.

-¿Dejara de ser la inflación en 2024 la gran protagonista?

A pesar de que la inflación general está mostrando cierta resiliencia a la baja en los últimos meses, y la reversión de las medidas anti-inflación va a provocar un repunte transitorio. A partir de primavera se espera que retome una senda de moderación paulatina y se situé por debajo del 3% a finales de 2024, al igual que el IPC subyacente, cuya tasa se anticipa que converja con la del IPC general el próximo año.

¿Quién o que será entonces?

Una de las variables que genera más dudas sobre su comportamiento futuro es la inversión empresarial, incluso en un contexto donde todavía no ha alcanzado los niveles precrisis, a pesar de todos los cambios estructurales que están llevando a cabo las empresas en materia de digitalización y sostenibilidad. Los altos costes de los insumos, la incertidumbre política, las dificultades de que los fondos europeos lleguen a las empresas y el encarecimiento de las condiciones de financiación son factores poco propicios para iniciar nuevos proyectos de inversión en el sector privado.

-La UE, la Eurozona, ¿entrarán en recesión o solo hablaremos de desaceleración pronunciada?

En la eurozona en el tercer trimestre la economía ya estuvo en recesión y en terreno contractivo, con una variación del PIB del -0,1%. De hecho, los índices PMI apuntan a que en el cuarto trimestre el crecimiento también puede ser negativo. Otros indicadores como la producción industrial, la producción en la construcción o las ventas al por menor también están en tasas interanuales negativas. La clave es que, en la segunda mitad del año, una vez empieza la normalización de las condiciones financieras, empiece a vislumbrarse un mayor dinamismo, ya que el arranque del año va a ser muy plano, con lo que este año podría ser algo mejor: 1,5% de crecimiento del PIB, frente al 0,9% del año recién terminado.

Los índices PMI apuntan a que en el cuarto trimestre el crecimiento también puede ser negativo en la Eurozona

-¿Quiénes van a ser los principales perdedores de esta recesión/desaceleración?

En la actual coyuntura hay una gran heterogeneidad por regiones, correspondiendo el mayor dinamismo en general a las economías emergentes, más que a las avanzadas, y dentro de estas últimas con una mucho mayor debilidad que en Estados Unidos. Europa es donde está la mayor dificultad, concentrándose los problemas especialmente en Alemania.

-Alemania, ¿nos va a traer problemas o nosotros (aquí en España) tenemos suficiente con lo que tenemos?

Alemania está en una situación muy complicada, en medio de una profunda transformación estructural. Por un lado, está sufriendo los efectos del encarecimiento del gas por tubería que antes de la crisis de Ucrania obtenía de Rusia de una forma muy económica. Por otra parte, al ser una economía muy abierta se ha visto muy perjudicada por la contracción del comercio mundial registrada en el pasado año. La parte positiva es que esta indeseable debilidad de Alemania está ayudando a la contención de precios en la eurozona y adelantando en el tiempo por lo tanto la tan esperada mejora en las condiciones financieras.

-Reforma de financiación autonómica. ¿Cuidado….que vienen curvas?

La reforma de la financiación autonómica debería favorecer la corresponsabilidad fiscal e incentivar la eficiencia en el gasto público. España es un Estado Autonómico, y no tiene sentido vaciar, como se ha hecho, la capacidad fiscal que ejercen las Comunidades Autónomas. Tan legitimo es que las Comunidades Autónomas puedan subir, como bajar sus impuestos, si ello refleja las preferencias reveladas por sus ciudadanos.

La paradoja es que nos preocupa mucho los efectos sobre la recaudación de la corresponsabilidad fiscal entre autonomías, pero desdeñamos los efectos contractivos sobre la actividad, el empleo y la inversión de apostar por sistemas fiscales alejados del principio de competitividad fiscal, y de la realidad de nuestro entorno.

Alemania está en una situación muy complicada, en medio de una profunda transformación estructural

-¿Será una reforma a la carta para Cataluña o el País Vasco?

Más allá de lo anunciado en los acuerdos de investidura, deberíamos esperar a ver como se puede plasmar cualquier reforma de este ámbito. En cualquier caso, es deseable que se tenga en cuenta a la totalidad de los territorios y que se desarrolle en marcos de multilateralidad y no bilateralidad. Si se apuesta por incorporar una cierta asimetría en las relaciones financieras entre Administraciones, ello iría en última instancia en detrimento del principio de corresponsabilidad fiscal, condición necesaria, aunque no suficiente, para reforzar la sostenibilidad de nuestras finanzas públicas.

 

-¿Descubriremos este año el misterio de los fijos discontinuos?

En mi opinión es una figura contractual que está funcionando razonablemente bien, y que está ayudando a mantener el empleo en la difícil coyuntura que atravesamos. No obstante, su mayor protagonismo en la contratación y sus peculiaridades en relación a otras figuras obligan a que las estadísticas oficiales laborales los contemplen de forma exhaustiva y diferenciada en los desgloses de divulgación de sus resultados al objeto de ayudar al seguimiento e interpretación de esta nueva realidad económica y social.

--Uno de los profesionales entrevistados en esta sección me dijo que la política no pesa tanto en el devenir de un país sino la política fiscal que aplique el Gobierno de turno, ¿Qué opina?

En los últimos tiempos, la incertidumbre empresarial ha aumentado por la ampliación de determinadas partidas de gasto estructural y por el aumento de la presión fiscal sobre la actividad empresarial, cuando los que necesitamos es una mayor estabilidad y predictibilidad de la política económica, que se centre en crear un clima más favorable a las empresas y a sus procesos de inversión y creación de empleo, que son las palancas fundamentales para poder impulsar el crecimiento de la productividad y encarar, con un mayor potencial de crecimiento, el ajuste de los desequilibrios que persisten en la economía española.

-Su pronóstico para el Euribor en el primer semestre….¿es?

En este primer semestre el Euribor se va a situar en unos niveles muy similares a los actuales, que en cualquier caso están por encima de los tipos de referencia a largo plazo.

La reforma de la financiación autonómica debería favorecer la corresponsabilidad fiscal e incentivar la eficiencia en el gasto público

Un problema específico, es que las familias que se han hipotecado con esta referencia variable han visto encarecer significativamente el coste de su deuda en relación a los que se endeudaron con tipos fijos, pero mi pronostico es que el Euribor a partir de otoño empiece a flexionar a la baja, comenzando una tendencia que se materializará en todo el 2025, pero también es obligado recordar que el Euribor previsiblemente se estabilizará a medio y largo plazo por debajo de los niveles actuales pero por encima de los excepcionalmente reducidos niveles de hace dos años.  

-Y las bajadas de tipos.,,¿para cuándo?

Como ya he dicho, de cumplirse las estimaciones de los bancos centrales, el debilitamiento de la economía y la paulatina moderación de los precios facilitarán que en la segunda mitad del año se inicien los descensos de los tipos de interés que, aunque se producirán de forma paulatina, serán un revulsivo para la actividad en la parte final de 2024. Por su parte, los mercados financieros incluso están anticipando las primeras bajadas de tipos de interés en Estados Unidos para antes del verano, aunque en Europa lo más probable es que no lleguen hasta después del verano.

-De vuelta a nuestro país y, para terminar, todo indica que habrá más gasto y que para cuadrar las cuentas públicas volverán a subir los impuestos. ¿Me equivoco?

La forma óptima de equilibrar nuestras finanzas públicas hasta alcanzar los niveles exigidos por la Unión Europea no es incrementar aún más los impuestos, donde los márgenes están bastante agotados, sino optar por la mejora de la eficiencia del gasto público, política que además generaría confianza y credibilidad en la sostenibilidad de esta consolidación fiscal. De hecho, los impuestos han crecido en casi 50 mil millones de euros con respecto a 2019, lo que representa un 23% de incremento de la recaudación tributaria, mientras que, en el mismo periodo, el PIB se ha incrementado en un 11%. Este excesivo, a todas luces, incremento de los impuestos, en especial los que recaen sobre empresas y ahorradores, supone unos sobrecostes, que están teniendo una elevada incidencia negativa sobre la actividad y la inversión, perjudicando así nuestro potencial de crecimiento y empleo a largo plazo.