El sector de la defensa sigue penalizado por los inversores. Si a primeros de mes el pacto arancelario alcanzado entre EEUU y la UE castigaba a estas compañías por el acuerdo de compra, en cantidades considerables, de armas por parte de Europa a los estadounidenses, ahora, el posible fin de la guerra de Ucrania vuelve penalizar a las cotizadas.
“Aunque no hay confirmación oficial sobre un alto el fuego”, señalan los analistas de Xtb, “el tono de las negociaciones y la reacción de los mercados sugieren que el escenario de conflicto prolongado podría estar cambiando”. En este contexto, añaden, “las empresas del sector se enfrentan una revisión de sus valoraciones, especialmente aquellas con mayor exposición a contratos gubernamentales ligados a situaciones de tensión internacional”.
Es el caso de Rheinmetall que firmaba el año pasado el mayor contrato de su historia, con las fuerzas armadas del país, para fabricar munición de artillería por 8.500 millones de euros.
Echamos un vistazo a su cotización y vemos que, en el último mes, se deja algo más de un 14%, porcentaje insignificante si tenemos en cuenta que, desde enero, se dispara un 156%. Hoy sus títulos valen 1.555 euros y capitaliza por encima de los 71.190 millones.
Aunque no hay confirmación oficial sobre un alto el fuego, el tono de las negociaciones y la reacción de los mercados sugieren que el escenario de conflicto prolongado podría estar cambiando. En este contexto, las empresas del sector se enfrentan una revisión de sus valoraciones
“El mercado refleja un ajuste en las expectativas de crecimiento para este segmento que, durante los últimos dos años, ha vivido instalado en máximos históricos”, explican los expertos.
Es el caso de Indra. La reina del Ibex 35 durante todo este 2025, desbancada en las últimas jornadas, por Unicaja.
“En Indra”, opinan desde Xtb, “la corrección se produce tras un periodo de fuerte impulso bursátil, en el que la compañía ha duplicado su valor en lo que va de año gracias al crecimiento de su división de Defensa (que ha doblado ingresos) y a su papel estratégico en programas europeos como el FCAS y el sistema Galileo. Sin embargo, los inversores recogen beneficios ante la posibilidad de que el gasto militar comience a moderarse si se consolida un acuerdo diplomático en Europa del Este”.
Indra cae en Bolsa casi un 16%, en los últimos 30 días. En lo que va de año, se revaloriza un 92%. Hoy sus títulos valen 33 euros y capitaliza por 5.840 millones.
Curiosamente, y más allá de los asuntos meramente ‘defensivos’, (porque Indra está inmersa en culebrón doméstico bastante reprobable), la compañía se convirtió en la más alcista del Ibex el pasado 14 de julio tras conocerse que la fusión con EM&E se alargará más de lo esperado.
En Indra, la corrección se produce tras un periodo de fuerte impulso bursátil, en el que la compañía ha duplicado su valor en lo que va de año gracias al crecimiento de su división de Defensa (que ha doblado ingresos) y a su papel estratégico en programas europeos como el FCAS y el sistema Galileo
Recordar que EM&E es propiedad de Ángel Escribano, a la sazón presidente de la tecnológica.
“Estamos ante un claro conflicto de intereses”, señalan desde el bróker de inversión. “Indra ha decidido crear una comisión independiente para la valorar la operación”.
¿Independiente? Si detrás de todos los pasos que se han dado, y se están dando, esta Escribano. ¿Quién ha decidido crear la comisión?, Indra, ¿quién manda en Indra? Escribano, y ¿de quién es EM&E?, de Escribano.
“Además, es probable que la operación requiera de una valoración nueva de EM&E que podría rondar los 1.000 y 2.000 millones de euros, por lo que se trata de un proceso importante y en el que el precio será fundamental”, aseguran los analistas.
Desde Hispanidad siempre hemos sido muy críticos con todo este asunto al afirmar que Indra está retrasando la compra de EM&E para poder hincharla. Eso sí, si el proceso se dilata, ofrece tiempo a los bufetes de abogados que ya están trabajando en Madrid para una posible impugnación.
Y lo lógico sería que fueran los pequeños accionistas, que son los perjudicados, quienes interpusieran la demanda.
La posible compra por parte de Indra requiere de una valoración nueva de EM&E que podría rondar los 1.000 y 2.000 millones de euros. "Se trata de un proceso importante y en el que el precio será fundamental”, aseguran los analistas
Pero volviendo a lo que nos ocupa, la italiana Leonardo lidera en las últimas dos jornadas los descensos del sector. Caídas superiores al 10%, en la sesión de ayer, que hoy se traducen en subidas tímidas cercanas al 1%. En el último mes, su cotización baja un 8%. Desde enero, recupera un 71%. Capitaliza por 25.800 millones y sus acciones valen 44,6 euros.
El mercado castigó los resultados de Leonardo. Beneficio neto atribuido de 501 millones de euros en el primer semestre del año, un 4,75% menos en comparación con los 526 millones de euros del mismo periodo de 2024.
Leonardo, participada en un 30% por el Estado, ha creado junto a Rheinmetall, la empresa Leonardo Rheinmetall Military Vehicles (LRMV), de la que son accionistas al 50%, para fabricar carros de combate en Europa.
La francesa Thales es otra de las grandes. Pierde algo más de un 7% en los últimos 30 días. En lo que va de año, recupera un 66%. Capitaliza en los 47.123 millones y cotiza en los 228,8 euros.
Estamos ante una de las empresas que más invertido en la producción de armamento. Concretamente, y según la vicepresidenta global de Desarrollo Internacional del grupo, Pascale Sourise, Thales ha tenido que multiplicar por "cuatro o cinco" la producción de munición o misiles en algunas de sus plantas por la alta demanda.
Por ejemplo, el Reino Unido ha encargado a la compañía más de 5.000 misiles de defensa aérea con destino Ucrania. “Diseñado para ataques aire-superficie y superficie-superficie, está optimizado para enfrentarse a una variedad de amenazas, incluidos vehículos blindados, naves de ataque rápido y drones”.