Cementos Molins, el gigante del hormigón y cemento, ha presentado sus resultados correspondientes a los primeros nueve meses de 2025 con un beneficio neto de 141 millones de euros, un 8% menos que el mismo periodo de 2024, debido al impacto negativo de la depreciación del peso mexicano y argentino, que ha neutralizado la mejora de los resultados operativos. Sin embargo, en términos comparables, el beneficio neto ha crecido un 3% en relación con el mismo periodo de 2024.
La empresa catalana fundada por Joan Molins Parera, y que su nieto Casimiro Molins Ribot lideró por 71 años, en 2017, en medio del proceso independentista catalán, trasladó su sede empresarial a Madrid. Cotiza en la Bolsa de Barcelona, aunque, sin embargo, gran parte del accionariado está en manos de varias ramas de la familia Molins, que ya representan la tercera generación de la familia.
La familia Molins controla la compañía separada en diferentes ramas asociadas en una acción concertada que representa el 73,5% del accionariado. En concreto, Otinix, en manos de la rama Molins López-Rodó, cuenta con la mayor participación, 33,5%, les siguen los Molins Amat, a través de Noumea, con el 31,5%, aunque solo está suscrito al convenio el porcentaje equivalentes al 14,5% del capital social, las acciones restantes no están sujetas al convenio de sindicación de voto y acciones. Por último, los Molins Gil, a través de la compañía Cartera de Inversiones, poseen el 24,2% de las acciones, con un valor de 259 millones.
Las tres ramas están presentes en el Consejo de Administración, el actual presidente es Julio Rodríguez Izquierdo. Además, el Vicepresidente primero es Joaquín Mª Molins Gil, en representación de Cartera de Inversiones, el Vicepresidente segundo es Joaquín Mª Molins López-Rodó y Ana Mª Molins López-Rodó es Vicesecretario Primero no Consejero, de Otinix.
Pero no todo es la visión de 'familia unida' que parece por la división del Consejo. Este pasado verano hubo tormenta en los Molins. El 30 de junio se celebraba la Junta de Accionistas, hasta ese día el presidente era Juan Molins Amat (83 años), que se puso al frente en 2017 cuando murió Casimiro. Molins López-Rodó y Molins Gil se unieron para desplazar a los Molins Amat, quedando estos últimos en minoría. Así consiguieron que Julio Rodríguez Izquierdo pasara a Presidente, cuando un año antes había dimitido como CEO. Esta disputa rompió con la tradición de consenso de la familia y se notó en el reparto de asientos, los Molins Amat perdieron uno de sus tres consejeros, que lo ganaron los Molins Gil. Mientras los López-Rodó mantuvieron los tres puestos.
Este movimiento según los Molins Amat fue un acto unilateral, asegurando que “no fue una decisión consensuada”, sino un acto “doloroso y preocupante”.
Detrás de toda esta disputa está el cómo gestionar la empresa a futuro. La rama Amat apuesta por abrir entre el 30% y el 35% del capital a nuevos accionistas y llevar la empresa al mercado continuo, saliendo de la cotización en el Mercado de Corros de Barcelona. Mientras las otras dos ramas apostarían por seguir manteniendo el control en manos de la familia. El conflicto no parece del todo cerrado, pero mientras la compañía sigue con su 'actividad normal'.
Volviendo a los resultados, hasta septiembre, Molins ha facturado 1.004 millones de euros, un 2% menos que en el mismo periodo del año anterior. No obstante, a tipos de cambio constantes, las ventas han aumentado un 7%, impulsadas por las revisiones al alza de precios en un entorno de desaceleración de la demanda y elevada incertidumbre económica global.
El EBITDA se ha situado en 263 millones de euros, un 4% inferior respecto al año anterior. Sin embargo, ajustado por el efecto divisa, el resultado operativo ha crecido un 6% respecto al año anterior, con mejoras en todas las regiones, gracias a la mayor eficiencia operativa y el impacto positivo de precios sobre costes. El margen EBITDA se mantuvo prácticamente estable, en el 26,2%, en línea con el 26% anualizado.
La deuda financiera neta continuó reduciéndose durante los nueves meses del año, hasta alcanzar una posición de tesorería neta de 96 millones de euros. El pasado mes de agosto, Molins anunció el acuerdo con TITAN para impulsar el negocio de soluciones prefabricadas de hormigón en el sureste de Europa, y la primera adquisición conjunta de Baupartner, empresa especializada en el diseño, fabricación y montaje de soluciones estructurales prefabricadas. Baupartner, uno de los principales proveedores de soluciones en prefabricados de hormigón en la región, opera en Bosnia y Herzegovina, Croacia y Serbia, y emplea a 300 profesionales. La operación fue completada con éxito a finales de septiembre.
“Estos nueve primeros meses confirman que Molins mantiene un crecimiento sólido y sostenible, incluso en un contexto marcado por la volatilidad de las divisas y la desaceleración económica”, explica Marcos Cela, consejero delegado de la compañía. “El avance de las ventas y del resultado operativo a tipos de cambio constantes demuestra la resiliencia y eficiencia de nuestro modelo de negocio.”