Es la primera vez que la Comisión Europea sanciona a una empresa por vulnerar la ley digital y, claro, tenía que ser a la compañía del ultra Elon Musk, enemigo del Nuevo Orden Mundial NOM y, por tanto, de la institución que dirige la progre Ursula von der Leyen. No sólo eso, tras dos años de investigación, la CE le ha impuesto a X la mayor sanción, en términos relativos, a una empresa tecnológica de EEUU. En total, 120 millones de euros, casi el 5% de la facturación total anual de X, antes llamada Twitter.
El mayor delito para Bruselas, que ha hecho pública la sanción este viernes, es que el tic azul de verificación de perfiles, ahora se obtiene pagando y, por tanto, ya no sirve para verificar la cuenta. La multa por esto asciende a 45 millones de euros. Lo curioso es que X no ocultó que se podía obtener el tic azul pagando, es decir, no engañó a nadie. Fue una decisión empresarial para obtener más ingresos, con la que se puede estar de acuerdo o no, pero de ahí a que sea sancionable hay un trecho muy grande.
El segundo motivo que le ha costado a Musk 40 millones de euros es el haber obstaculizado el acceso a los datos de la plataforma a los investigadores. Es un derecho protegido por la ley digital y, por tanto, su incumplimiento es sancionable.
El tercer y último motivo: la falta de un repositorio transparente de anuncios. Se trata de una exigencia de la norma cuya finalidad es que los usuarios puedan comprobar las campañas publicitarias y evitar así caer en estafas. Esta infracción le ha costado a X 35 millones de euros.
Además de pagar la multa, la empresa de Elon Musk tiene 90 días para enmendar estas infracciones. Si no lo hace, la CE podría imponerle sanciones periódicas. Está claro que Elon no es de los nuestros.