No era el resultado que esperaban en el BBVA y tampoco en el Sabadell, lo que muestra hasta qué punto la OPA ha sido un batacazo histórico para Carlos Torres. El presidente del BBVA se había empeñado en una operación repleta de errores, desde el momento de su lanzamiento, en vísperas de las elecciones catalanas, hasta el precio, raquítico incluso después de mejorarlo un 10%.

Pero Torres, que compareció este viernes ante la prensa vía telemática, junto al CEO, Onur Genç, no ha realizado autocrítica alguna ni se ha planteado dimitir. “No hay ninguna razón para dimitir”, afirmó. Es más, se ha permitido el lujo de bromear y le ha preguntado a Genç, en tono guasón: “¿Vas a dimitir?”, a lo que el CEO ha respondido que no, naturalmente.

Para el presidente, aún es pronto para cualquier cosa que suene a asumir responsabilidades. “Tiempo habrá para aprendizajes”, afirmó. ¿Seguro que el Consejo o los propios accionistas le van a dejar que continúe al frente como si nada hubiese pasado, después de 17 meses?

Torres no cree que haya cometido errores, aunque admitió que “no es el resultado que esperábamos ni el que hubiéramos deseado”. Entonces, ¿qué ha pasado para no llegar si quiera al 30%? ¿Hubo exceso de optimismo? Según Torres, los responsables fueron los fondos pasivos: “Creemos que han acudido en un porcentaje muy bajo”, señaló.

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Para entendernos: los fondos, sean pasivos, activos o mediopensionistas, actúan de manera bastante gregaria y en consonancia con lo que hacen los fondos más grandes y con mayor presencia y experiencia en la empresa en cuestión. Si no han acudido tal vez haya sido porque la oferta era muy mala, pero Torres no lo cree así, ni siquiera tras el resultado.

Al margen de lo que diga Torres, lo cierto es que se abren, a partir de ahora, tres opciones, como adelantábamos en Hispanidad este viernes, y ninguna de ellas es la continuidad de Torres, cuya posición como presidente de la entidad ha quedado muy debilitada tras fracasar de una manera tan estrepitosa.

En cualquier caso y aunque se sienta respaldado por el Consejo, debería asumir su responsabilidad y marcharse. Si no lo hace, ¿con qué autoridad echará a alguien cuando se equivoque?