Las baladronadas de Ryanair no le doblaron el pulso a AENA que, afortunadamente, se mantuvo firme frente a la tramposa aerolínea irlandesa.
Sin embargo, el jueves 25, Maurici Lucena, prediente del Gestor aeroportuario, temblaba ante la amenaza, otro chantaje de otro signo, proveniente de su accionista, The Children's Investment Fund Management (UK) LLP (TCI), propietario del 6% del capital de AENA, de mayoría pública.
Y es que, en la recta final de la Sesión con un IBEX en subida, un 0.76%, el gestor aeroportuario perdía, un 1,98%. El presidente de AENA, Maurici Lucena se ha apresurado a explicarle a Chris Hohn, líder de TCI y uno de los ciudadanos más pelmas de Europa, que en ningún modo se cedería capacidad de gestión aeroportuaria a las comunidades autónomas.
Y a mí me parece bien, pero hombre, ¿quién es un fondo, propietario, además, de sólo un 6%, para exigir al 94% restante del accionariado de AENA una decisión de ese tipo?
Sí, es cierto que Maurici Lucena, es un socialista del PSC, batante nacionalista, cuyo sueño era convertirse en el vicepresisdente económico de la Generalitat. Lo cual le convierte en sospechoso ante cualquier cesión de la gestión a las autonomías. Ahora bien, tampoco el TCI es quién para condicionar la gestión de una empresa.
No hay fondos no activistas pero TCI se cree la Prima Donna. Y aunque tiene razón, no es quien para chantajear al Estado, en este caso primer accionista.
Al fondo, el debate más primario: ¿Deben privatizarse las infraestructuras, por ejemplo, la red de aeropuertos? La respuesta es no: a lo mejor es el momento de renacionalizar AENA.